Hasta este sábado sostuvieron reuniones representantes del directorio de Empresas Masvida (EMV), encabezado por David Medina; el gerente general de Clínica las Lilas, Eduardo Serradilla, y varios agentes para tratar de componer la situación de falta de liquidez que afecta a la Clínica Las Lilas, y que mantiene en serio peligro su continuidad.
Esto, luego que el holding que controló a la ex isapre Masvida, no lograra llegar a un acuerdo con Nexus -hoy dueño de su ex cartera de afiliados, a través de Nueva Masvida- para mantener un flujo mensual de prepagos que hasta ahora le había servido como capital de trabajo. Entre las razones estaría el hecho de que la clínica está hoy en un proceso de reorganización judicial, que deja sin efecto el acuerdo de abril de este año, por el cual el fondo estadounidense se había comprometido a hacer los prepagos, que a septiembre totalizaron unos $ 1.890 millones.
Para sortear la crisis por este mes, la clínica logró llegar a nuevos acuerdos con los médicos que atienden en el recinto, lo que le permitirá continuar prestando atención a sus pacientes, entre ellos unos 30 mil afiliados de Nueva Masvida. Ello, a través de una empresa externa que se hará cargo de la administración y pago de honorarios directamente, explica Serradilla.
Pero, al mismo tiempo, el holding ha intensificado las gestiones para concretar un aumento de capital que permita el ingreso de un inversionista a la red de clínicas del holding, que además de Las Lilas integran otras siete entidades, para -por esa vía-, levantar recursos para Las Lilas, la única con riesgo de cierre. Hasta ahora habría al menos tres interesados, entre ellos Javier Álvarez, ligado a Gamma Capital, firma que a inicios de este año estuvo a punto de quedarse con el control del holding.
Apalancamiento
El mayor problema de la clínica es su alto nivel de endeudamiento, que a la llegada del actual directorio, sumaba unos 14 mil millones, y está en litigio otra no menor, dice David Medina. "Hay deudas previsionales importantes con los trabajadores y los acreedores. La deuda alta con los médicos corresponde a impagos de la ex Masvida desde 2016 y para ello estamos a la espera de al liberación de garantías y de la reorganización de la ex isapre", explica.
La clínica ya enfrenta la salida de 100 de los 300 médicos que atendían en Las Lilas, debido a que no estaban recibiendo sus pagos. Ello les ha obligado a dejar de prestar atenciones en algunas especialidades, como pediatría. Algunos de ellos han buscado apoyo en el Colegio Médico, entidad que ha sostenido reuniones con la Superintendencia de Salud, para buscar solución a la crisis de la clínica y asegurar el pago de los médicos más afectados en el marco de la reorganización judicial, cuya junta de acreedores está fijada para la última semana de octubre.