"Sé que me van a mirar por ser joven"

Con 32 años, lo que le convierte en uno de los técnicos más jóvenes del Transición, el argentino Nicolás Larcamón se alista para el desafío más importante de su corta carrera. Dirigirá Antofagasta y será la cabeza de un ambicioso proyecto que espera terminar con el equipo peleando en la parte alta y buscando acceder a un torneo internacional. Tiene tarea por delante, pero confía. En diálogo con La Tercera, dice que le gusta todo: la ciudad, el club, el fútbol chileno. Y que está encantado con su nuevo trabajo. Cuenta, además, cómo se gestó su llegada y cómo tuvo que dejar Venezuela por la insostenible situación que se vive en aquel país.

Usted estaba en Venezuela, desarrollando un proyecto con el Deportivo Anzoátegui... ¿Cómo se gestó su arribo a Antofagasta?

La situación en Venezuela, sobre todo en lo social, hacía que no tuviera intenciones de continuar, más allá del proceso deportivo, que estaba avanzando bien. Ya tenía tomada la decisión de dejar el país. Surgieron oportunidades en Venezuela mismo y en Argentina, de la Segunda, pero cuando recibí este ofrecimiento para encabezar el proyecto que pretende el club, no lo pensé dos veces y vine a Chile.

¿En qué consiste el proyecto?

La idea es que el equipo se inserte de lleno en la Primera División. Que se convierta en un club que pelee arriba.

¿Y con qué se encontró? ¿Estaban las condiciones?

Al principio, obviamente, tenía un montón de interrogantes. Me di cuenta de que era un equipo acostumbrado a salvarse del descenso, a pelear por permanecer. El desafío es lindo. Diseñamos un plantel, intentando suplir a los que se fueron y estamos avanzando, iniciando el proceso.

¿Está conforme con cómo se han dado las cosas hasta ahora? Eliminaron a Cobreloa en Copa Chile. Una buena manera de empezar...

Sí, estamos conformes, sabiendo que quedan los últimos retoques por hacer. Han llegado jugadores que nos van a jerarquizar. A partir de los primeros partidos que hemos jugado, seguimos analizando al plantel y tomando decisiones de cara al futuro.

¿Cuál es la primera meta? ¿Y cómo proyecta lograrla?

Lo primero es darle una identidad al equipo. Y eso no se consigue de la noche a la mañana. Hemos avanzado, sí, pero aún falta. En los partidos que hemos jugado se han visto cosas interesantes respecto de lo que queremos. Estoy contento, pero sé que queda mucho por mejorar todavía.

¿Y qué quiere usted de su equipo? ¿Cómo es el Antofagasta que pretende para el torneo?

Quiero un equipo dinámico, que sea siempre protagonista. Quiero que seamos un equipo que, independiente del rival y de la cancha, ejecute acciones para buscar el partido. Quiero jugar siempre, que tengamos la capacidad de flexibilizar, de adecuarnos también al rival. Que podamos aprovechar nuestras virtudes y falencias del rival. Quiero un equipo muy agresivo.

Esa definición se parece mucho a la de otros técnicos. ¿En quién se refleja o inspira, si se quiere?

Uno siempre tiene guías de los que tomar lineamientos, tanto metodológicos como de filosofía de juego, de forma de liderar el grupo. Pero siempre hay que ajustarse. No todos los equipos son iguales. No todos los planteles son iguales. Me gustan los entrenadores que proponen un juego ofensivo, que presionan alto. Ahora, si hay que hablar de nombres propios diría Gallardo, Klopp, Sampaoli...

En ese sentido. ¿Cuál va a ser la fortaleza de Antofagasta?

Más allá de todo lo que describía recién, será importante el sentido de pertenencia. Queremos generar ese sentimiento. Hacemos mucho hincapié en fortalecer la conexión grupal y, a partir de eso, encontrar soluciones.

De Venezuela a Chile. ¿Un paso adelante?

Absolutamente. Estar acá es un gran paso. Estoy muy entusiasmado. En Chile hay seriedad y organización. Tengo ilusión de hacer un gran trabajo y tener una estadía prolongada en el país.

¿Qué objetivos reales se traza? ¿Va a decir que busca el título?

Uno siempre aspira a lo máximo, pero hay que ser consciente de los plazos. En lo inmediato, pensamos en empezar bien el torneo e ir encontrando un funcionamiento. Ése tiene que ser el objetivo del semestre. Después, la paridad del torneo podría darnos alguna oportunidad si lo hacemos bien, pero primero pienso en que el equipo tenga una identidad y después veremos cómo llegamos al final de la competencia.

¿Es una ventaja o una desventaja ser DT a los 32 años? Es más joven que alguno de sus propios jugadores.

La edad calendario es muy relativa. Puedes ser mayor y tener ascendencia sobre los jugadores. Puede ser igual si tienes la misma edad. O al revés. Si no lideras bien, vas a tener complicaciones. Yo creo que tiene aspectos positivos, porque puedo entender mejor la dinámica de la vida de los jugadores. Uno entiende mucho más cuáles son sus inquietudes, sus deseos, sus miedos... Pero también conlleva una gran responsabilidad.

¿En qué sentido?

En la seriedad, en el respeto, en el mensaje. Hay que saber llegar. Y hay que ser consciente de que si eres joven te van a estar observando. Tienes que estar más pendiente de demostrar. Sé que me van a mirar por ser joven y voy a demostrar.

¿Y el debut? Nada más y nada menos que ante Colo Colo en el Monumental...

Sabemos que enfrentaremos a un gran rival, que viene en alza después de ganar la Supercopa. Tiene, además, el peso individual de sus figuras, una propuesta de juego ofensivo muy clara. Sabemos que tenemos que tener una buena noche. La concentración y la contundencia van a ser fundamentales. Pero vamos a Santiago confiados. Ilusionados a hacer un buen partido para así traernos algo. Sería un gran paso para iniciar el torneo.

¿Es una presión extra debutar ante Colo Colo, con toda la exposición que eso supone?

No, al contrario. Este tipo de partidos son los que despiertan una motivación extra. Sabemos que el estadio va a estar lleno, así que la responsabilidad de llegar bien preparados es doble.