El 1 de septiembre de 1997, las flores inundaron las afueras del Palacio de Kensington. Reino Unido estaba de luto. La madrugada del día anterior la princesa Diana de Gales, de 36 años, había muerto trágicamente en un accidente automovilístico en París. Los ciudadanos estaban devastados y dejaron cientos de rosas, osos de peluche, cartas y condolencias en la que era la residencia oficial de la ex esposa del príncipe Carlos. A pesar de que Lady Di estaba separada desde 1992, mantenía un alto nivel de popularidad en Reino Unido y era considerada una celebridad internacional. Se calcula que más de 12 toneladas de ramos de flores se dejaron en Londres en su honor.
El 31 de agosto de ese año, Lady Di viajaba junto a su acompañante, el millonario egipcio Dodi Al-Fayed, en un Mercedes Benz negro. Tras ser perseguidos por periodistas, el vehículo chocó en el túnel Alma, junto al río Sena, a poca distancia de la Torre Eiffel. El vehículo golpeó a un Fiat Blanco y se incrustó contra el pilar número 13 del túnel. Todos, a excepción del guardaespaldas de Al-Fayed, murieron.
A pocos días de que se conmemoren dos décadas de quien fuera catalogada como la "princesa del pueblo", nuevos secretos y revelaciones han salido a la luz. El domingo pasado, Channel 4 emitió el documental Diana: in her own words (Diana: en sus propias palabras) que muestra grabaciones de las lecciones de oratoria que Lady Di tomó entre 1992 y 1993 con el profesor Peter Sttelen. La princesa expone su intimidad con franqueza y relata detalles de su compleja vida matrimonial con el príncipe Carlos. El documental registró 3.500 millones de espectadores, lo que lo convirtió en el más visto desde abril de 2016.
"Era tan raro. No sé, él no lo pedía. (Ocurría) algo así como cada tres semanas", dice Diana en referencia a su vida sexual con Carlos. "Y luego vi un patrón: él solía ver a su amante una vez cada tres semanas antes de que nos casáramos", añade.
El documental sostiene que cuando Diana quiso discutir con la Reina Isabel II sobre su matrimonio, la monarca solo se habría limitado a decir: "No sé qué deberías hacer. Carlos es incorregible". Según las conversaciones, antes de casarse se habría encontrado con él sólo en 13 ocasiones. El príncipe Felipe de Edimburgo, esposo de la Reina Isabel II, le habría dado permiso a su hijo para que tuviera una amante si es que el matrimonio no funcionaba.
Diana señala también que tuvo "una infancia muy infeliz. Solo recuerdo estar muy distante de todos los demás". El documental también apunta a su romance con el guardia de seguridad Barry Mannakee, a los cuatro años de convertirse en esposa del príncipe Carlos. "Lo hubiera dado todo por dejar el palacio e irme a vivir con él", le confiesa Diana a su profesor. Poco después de ser trasladado de lugar, Mannakee murió en un accidente, lo que ella describió como el "mayor golpe" de su vida.
También por estos días se conoció el contenido de una entrevista de la revista italiana Chi al ex oficial de la Policía Metropolitana de Londres, Dai Davis, en la que sostiene que Diana tuvo "al menos 20 amantes" después de separarse. Entre los más famosos se encuentra el actor estadounidense Kevin Costner. "Le gustaba la compañía masculina. Y le gustaba la caza: ser cazada o cazar a hombres", dijo Davis, además de desmentir de manera definitiva que el príncipe Harry no sea hijo de Carlos o que Diana haya sido víctima de un atentado. Esto, porque según señaló a la revista, la princesa cambió "de itinerario a último momento. Debía ir a Italia, pero luego fue a París con Dodi Al-Fayed. Era imposible organizar un atentado con ese cambio de programa", señaló.
Popularidad de la realeza
"La reina (Isabel II) es inmensamente popular", señaló recientemente Newsweek. Esto, ya que el 75% de los británicos piensa que la monarquía tiene un rol importante en el futuro del país y solo un 21% quiere que la Reina se retire, según un sondeo de Ipsos revelado en 2016. Pero hace dos décadas esto no era así. Tras la muerte de Diana, la mayoría pensaba que la monarquía no duraría otros 50 años y casi un 50% esperaba que la Reina abdicara.
La figura de Lady Di había cambiado la percepción de los británicos sobre la realeza. Cercana e informal, Lady Di se mostró más accesible. Conversaba con la gente, se acercaba a leprosos y compartía con personas con VIH. Pero tras su muerte los británicos no ocultaron su enojo con la realeza. La confusión que sintieron, la exposición de Carlos como infiel, sumado a la lejanía que mostró la monarca justo después del fallecimiento de su nuera, provocó que gran parte de los británicos se cuestionara el propósito de la realeza. La monarquía ya venía con una imagen "fría y vengativa" luego de que despojaran a Diana de su título tras su divorcio.
Pero la Reina Isabel II buscó cambiar la percepción de sus "súbditos". Según cercanos a la realeza, estaba consciente de la importancia de Diana. Tras cinco días de haberse mantenido en silencio tras el accidente, sacó la voz. En un mensaje televisivo, elogió a Lady Di y la describió como un "ser humano excepcional", que "admiré y respeté por su energía, aliento y sobre todo por su devoción a sus hijos".
"Parte de la actual popularidad de la realeza deriva del hecho de que (Isabel II) resolvió aprender las lecciones de Diana y (...) nunca más se dejaría caer de manera tan flagrante en el lado equivocado de la opinión pública", señala el diario The Guardian.
Nuevas teorías sobre el accidente
Pero aún existen "zonas grises" sobre qué fue lo que ocurrió la noche en que falleció. La primera indagación la hizo la policía francesa y finalizó dos años después del accidente, el que, según las autoridades parisinas, se debió a la negligencia del conductor, Henri Paul. El padre de Al-Fayed, un multimillonario con negocios en Londres, señaló en varias ocasiones que esto fue un complot de la monarquía, liderado por el príncipe Felipe.
Una de las últimas revelaciones la consigna el libro Qui a tué Lady Di? (¿Quién mató a Lady Di?), publicado en junio por tres periodistas franceses que lograron hablar con el dueño original del Mercedes en el que murió Lady Di.
El libro sostiene que el chofer había tomado antidepresivos, que tenía alcohol en la sangre -1,7 gramos de alcohol por litro (el máximo legal en Francia era 0,5)- y que manejaba a exceso de velocidad. Pero también revela que el vehículo tenía graves fallas. Según el libro, el auto no debería haber seguido operando y tendría que haber sido dado de baja.
El Mercedes Benz tenía desperfectos y la compañía lo sabía. Había sido comprado en septiembre de 1994 por un alto ejecutivo y tres meses después se lo robaron a su chofer. El vehículo fue encontrado semanas más tarde y durante el robo habría sufrido un accidente en el que se volcó hasta 12 veces. A pesar de que en ese momento fue dado como pérdida total y de que debía ser vendido como chatarra, reapareció en 1996 con una nueva patente. Según el diario español El Mundo, un ex chofer del Ritz dijo en otro documental emitido por la televisión francesa que cuando el vehículo superaba los "60 kilómetros por hora era imposible de controlar".
Trastorno alimentario
A principios de junio, el Daily Mail publicó algunas transcripciones de grabaciones hechas por la princesa en 1991 en las que revela que sufrió bulimia y ansiedad desde que se comprometió con Carlos. "Recuerdo la primera vez que me provoqué ese mal. Estaba emocionada porque pensaba que era un modo de aliviar la tensión", dice en una de las cintas que grabó cuando su matrimonio ya no tenía vuelta. Ese año, el heredero del trono británico había retomado sus contactos con Camilla Parker-Bowles, su antiguo amor y con quien el príncipe está casado actualmente. En esos audios la princesa revela que disminuyó 13 centímetros de cintura desde que la midieron para su matrimonio hasta que finalmente se casó.
De acuerdo al Mail, dos de sus amigos cercanos, la ex profesora de ballet de Lady Di, Anne Allan, y su amigo desde la adolescencia, James Colthurst, dijeron que ella estaba "desapareciendo" físicamente después de su quiebre matrimonial. Según Allan, el romance de Carlos con Camilla la hizo estar "muy triste y devastada" y sentirse como que ella "no era suficiente". "Sé que ella (Diana) le pidió a Camilla que dejara a su esposo", dijo Allan.
Sus hijos sacan la voz
En medio de esta ola de revelaciones, el príncipe Guillermo (35) y Harry (32) decidieron hablar sobre la pérdida de su madre. Ambos protagonizan el recién estrenado documental del canal ITV, Diana, Our Mother: Her life and legacy, y allí cuentan cómo fue la última vez que hablaron con ella. "Todo lo que me acuerdo me hace lamentar para el resto de mi vida cuán breve fue esa (última) llamada telefónica (con ella)", dijo Harry. En el documental también aparece Elton John, amigo cercano de la princesa, quien resalta la importancia de la lucha que dio Lady Di para desmitificar el sida, en un momento en que la enfermedad era considerada "un tema de homosexuales", según el cantante.
En abril pasado, Harry, de 32 años, confesó que "calló todas sus emociones" durante años y que enfrentó la depresión tras la muerte de su madre. "Mi forma de lidiar era meter la cabeza dentro de la arena, negándome a pensar en mi mamá, porque decía: ¿en qué me puede ayudar? Esto solo me va a poner triste. No voy a traerla de vuelta". En la entrevista también confesó que a sus 28 años pidió finalmente ayuda profesional impulsado por su hermano.
Además, el hijo más joven de Diana dijo que recordaba bien el día de su muerte. "Mi madre acababa de morir y tuve que caminar un largo trecho detrás de su ataúd, rodeado por miles de personas que me miraban, al mismo tiempo que millones lo veían por televisión", dijo en una entrevista para Newsweek. Los funerales de Diana fueron vistos por más de 3.000 millones de personas por televisión.
Y en mayo, su hermano Guillermo conversó con la revista GQ sobre su familia, en la que ha sido calificada como su entrevista más abierta. Allí señaló que le gustaría contar con el consejo de su madre. "Me encantaría que (Diana) hubiera conocido a Kate (su esposa) y que hubiera visto a los niños crecer. Me entristece que no sea así, que ellos nunca la conocerán", dijo.