A pesar de los ataques y las amenazas de los talibanes, más de siete millones de afganos votaron hoy en la segunda vuelta para elegir al futuro presidente del país que sucederá a Hamid Karzai, según datos de la comisión electoral.
Se trata de una histórica segunda vuelta entre el ex ministro de Asuntos Exteriores Abdullah Abdullah y el ex ministro de finanzas Ashraf Ghani que supone, además, el primer traspaso de poder democrático en la historia del país asiático. Los resultados no se esperan hasta principios de julio y la asunción de poder está prevista para el 2 de agosto.
En total 12 millones de personas estaban convocadas a votar y, según la comisión electoral, la participación fue del 60 por ciento, más alta que en la primera ronda, en la que hubo 6,6 millones de sufragios, aunque posteriormente se detectó un fraude de 400.000 papeletas.
Un 38 por ciento de los que ejercieron hoy su derecho al voto fueron mujeres, según dijo Yusuf Nooristani, de la Comisión Electoral, en un discurso televisado en televisión.
Los talibanes no consiguieron alterar significativamente la votación a pesar de que se registraron al menos 150 ataques y atentados, en los que se han reportado un centenar de víctimas mortales.
Los propios talibanes informaron que hasta mediodía de hoy habían atacado 246 objetivos. De acuerdo con el gobierno, se realizó un despliegue de 400.000 efectivos de seguridad para proteger a votantes y centros de votación.
Inmediatamente tras el final de la votación comenzó el recuento. Oficialmente por el momento no hay información sobre fraude.
En Kabul y otras ciudades se pudo ver a lo largo de la jornada largas colas ante los centros de votación. Sin embargo en algunas áreas rurales testigos informaron que los talibanes disuadieron a los votantes.
En más de 330 locales de votación se agotaron las papeletas y la Comisión Electoral tuvo que proporcionar más. En la primera ronda electoral la participación fue del 55 por ciento.
La Comisión Electoral prevé anunciar un primer resultado provisional el 2 de julio, mientras que el definitivo se espera para el 22 del mismo mes.
"Afganistán da un gran paso hacia la estabilidad y la paz", dijo Karzai cuando emitió su voto en Kabul. En unas palabras dirigidas a sus compatriotas dijo: "Definan ustedes su destino y pongan fin a la dependencia de los extranjeros".
Abdullah y Ghani pidieron una elección sincera con un resultado transparente.
Karzai no podía concurrir a un tercer mandato acatando la Constitución. El político gobierna el país desde la caída del régimen talibán a fines de 2001. Abdullah consiguió en la primera roda el 45 por ciento de los votos y no logró la mayoría absoluta necesaria para haberse impuesto entonces a Ghani, el segundo candidato más votado, que aglutinó el 31,6 de los apoyos.
Tanto Abdullah como Ghani han prometido, en caso de ganar, una mejora de la seguridad en el país, así como acometer los problemas económicas y combatir la corrupción. Ambos se han comprometido además a firmar un acuerdo de seguridad con Estados Unidos, el requisito para que finalice todavía este año la intervención militar internacional en el país.
En la primera ronda ocho candidatos se presentaron para suceder a Karzai. El presidente no ha mostrado su apoyo públicamente a ninguno. Los talibanes calificaron la votación de un proceso dirigido por Estados Unidos.