Al menos diez personas han fallecido a causa de la ola de calor que estos días afecta a la ciudad oriental china de Shanghai, que sufre el mes de julio más caluroso desde que empezó a registrar datos meteorológicos hace 140 años, indicó este miércoles Leng Guangming, portavoz del centro local de enfermedades y prevención de la ciudad.
Los fallecidos sufrieron golpes de calor que, según las autoridades sanitarias locales, se han hecho frecuentes en una ciudad donde se han registrado temperaturas superiores a los 38 grados durante ocho días consecutivos.
Según el servicio meteorológico nacional, las temperaturas podrían alcanzar este miércoles los 41 grados centígrados en varias provincias del este y el centro del país.
Médicos citados por la agencia Xinhua recomendaron a los vecinos de la mayor ciudad de China, especialmente a los más mayores, que utilicen sus aires acondicionados, ya que la mayoría de los atendidos por golpes de calor los sufrieron en casa. Algunos tenían esos aparatos apagados para ahorrar o por temor a que les causen enfermedades respiratorias.
La ola de calor provocó además una concurrencia masiva a las piscinas públicas, todavía más llenas que de costumbre.
El calor en la ciudad es tal que un canal televisivo local, Shanghai TV, demostró en directo que poniendo un filete de carne sobre el pavimento de una acera éste quedaba asado en 10 minutos, como en una parrilla.
La ola de calor, que también afecta a una docena de provincias de la mitad sur del país, ha obligado a las autoridades a establecer un mecanismo de alerta por posibles emergencias.