Macarena Claro siempre quiso viajar y vivir una experiencia diferente fuera de Chile. Sin embargo, el hecho de estar en la universidad y de no contar con el suficiente dinero para costear una estadía larga hicieron que su sueño se viera postergado. "Cuando tuve mi título en la mano, decidí partir a Nueva Zelandia. Me dieron una visa con la que podía trabajar allá y pagar todos los gastos. Estuve un año, perfeccioné mi inglés, viajé y conocí mucho. Fue una experiencia de vida", comenta.

Tomarse un año sabático se ha vuelto cada vez más frecuente entre los jóvenes a nivel mundial, y Chile no es la excepción. Según cifras de Laborum.com, la cantidad de personas que, luego de titularse, demoran entre uno y dos años en comenzar la búsqueda de su primer trabajo ha ido en aumento. En el caso de estudiantes universitarios, entre los años 2000 y 2008 el alza supera el 250%, llegando actualmente a casi 20 mil jóvenes.

Ya sea para viajar y estudiar un idioma, o simplemente para tomarse un descanso, el "gap year", denominación en inglés para este período, se está instalando como una opción para quienes no desean ingresar al mundo laboral de inmediato.

"Al retrasar la edad del matrimonio y de los hijos, muchos jóvenes ven el año sabático como una opción de vida, como un aprendizaje, pues entienden que más adelante no volverán a tener el tiempo de hacer esto", asegura Birgit Nevermann, gerenta de Laborum Selección.

"Al apartarse un poco de la realidad propia, se es capaz de ver las cosas con más distancia, lo que influye positivamente en la toma de decisiones", afirma Andrés Mendiburo, director de estudios de la consultora GaudíPersonas.

Pero si antes el año sabático consistía sólo en conocer otros lugares y disfrutar de unas merecidas vacaciones al egresar, hoy es cada vez más común traspasar las fronteras para involucrarse en la realidad del país, conseguir un trabajo y así continuar recorriendo nuevos destinos. Eso gracias a que países como Canadá y Nueva Zelandia ofrecen visas de turista que permiten a jóvenes trabajar durante un año. El número de postulantes a estos programas ha ido en constante aumento. En el caso de Canadá, en sólo un año la cantidad de inscritos se ha triplicado y para este año sólo quedan 40 cupos.  Algo parecido sucede con Nueva Zelandia, que desde el 2005 ha aumentado la entrega de visas en un 100%, alcanzando las 1021 para el período 2009-2010.

Esto es lo que hizo Pablo Illanes al egresar de Ingeniería Comercial en la Universidad de Chile. Sin mucho dinero, se fue a Nueva Zelandia, en donde trabajando en restaurantes, hoteles y cosecha de frutas, reunió los recursos para recorrer el país por más de cinco meses. "Cuando llegué a Chile me di cuenta de que estaba más preparado para trabajar, dispuesto a aprenderlo todo".

Las ventajas


Incluir en el currículo un período de estadía en el extranjero es altamente valorado por las empresas, especialmente si en ese tiempo se perfeccionó el idioma o se tuvo un empleo.
"Cada vez hay más empresas multinacionales que contratan a jóvenes a quienes puedan enviar a trabajar fuera de Chile. El haber estado en otro país te entrega herramientas como la adaptabilidad y la autonomía", dice Birgit Nevermann.

Los expertos concuerdan en  que los viajes no son la única opción para el año sabático. "Da igual dónde vayas o lo que hagas, lo importante es cualquier experiencia que signifique conocer una realidad diferente, como construir casas", dice Nevermann.