Tiene 51 años y ha protagonizado un sin fin de películas. Esta vez el rol que le tocó interpretar es el de una estrella de rock retirada que a raíz del fallecimiento de su padre, iniciará un viaje por EStados Unidos. La película se llama This Must be the Place, es de Paolo Sorrentino y esta semana se estrenará en Francia.
Luego de trabajar de manera intensa en este rol, Sean Penn, aseguró que a estas alturas de su carrera todavía tiene "muchas pasiones y aspiraciones", y que es partidario del principio de no mirar atrás, porque hacerlo "no sirve para nada".
El artista contó que con el tiempo ha descubierto que se adapta perfectamente a los periodos de inactividad y que tiene más paciencia que antes, lo que califica de "una novedad" para él.
A pesar de que al principio admiraba a actores como Marlon Brando, Robert de Niro o Al Pacino, Sean Penn cuenta que descubrió que no necesitaba basar su carrera calcando el comportamiento de esas leyendas cinematográficas.
"Y ya no tengo ganas tampoco de hacer películas copiando a otros. Prefiero aprender lo que es la prisión yendo a una, en lugar de ver una película que me hable de ella", señaló en esa entrevista, en la que confiesa que recibe con ganas papeles que le supongan un desafío físico, pero no siente "ningún placer si la depresión forma parte de la ecuación".
El artista ha dejado de leer todos los guiones que le proponen, para centrarse "únicamente" en los de sus amigos, en los de la gente que respeta o a quien tiene estima, y en aquellos que van acompañados de una oferta sustanciosa de dinero.