A Sebastián Edwards no le sorprendió que Sebastián Piñera haya ganado la segunda vuelta presidencial, pero sí le impresionó la abultada ventaja de más de nueve puntos porcentuales que el presidente electo obtuvo frente a Alejandro Guillier.

A juicio del académico de la Universidad de California, Los Ángeles (Ucla), la lectura correcta de lo sucedido ayer es que el centro político se impuso y, en esa línea, el economista hace un llamado a que el sucesor de Michelle Bachelet no les de espacio a los sectores conservadores. "Son un resabio del pasado, de un Chile que ya no existe", afirma.

Desde Texas, Estados Unidos, Edwards analizó lo que dejó el balotaje y los desafíos que deberá enfrentar Piñera una vez que regrese a La Moneda, el 11 de marzo.

¿Qué le parece el resultado? ¿Le sorprendió?

El resultado no fue sorprendente, pero sí el margen. Mi información daba un margen de cuatro puntos.

¿Qué marcó la diferencia?

No cabe duda que el movimiento hacia el centro fue determinante. Una campaña más abierta, con mayor tolerancia, con apertura de opinión, aceptando que hay problemas serios, incluso algunos heredados de su administración anterior. En particular, el haber incorporado las propuestas de avanzar en la gratuidad en la educación técnico-profesional y abrir el sistema de pensiones a otras instituciones, como las mutuales, ayudó mucho. Eso demostró apertura, pragmatismo, disposición para resolver los problemas verdaderos de los chilenos.

¿Cuál es la principal lección que dejan estos comicios de cara a la nueva administración?

Aquí hay tan solo una lectura válida: aquí ganó el centro político. Fue la apertura al centro lo que permitió recuperar terreno y lograr el triunfo. Fue el trabajo duro de los grupos más liberales, como Evópoli, y de miembros de Ciudadanos. El presidente electo tiene que entender esto y no darles mayor cabida a los grupos conservadores. Son un resabio del pasado, de un Chile que ya no existe.

¿Cuáles serán los principales desafíos de Piñera?

Debe sanar al país de esta contienda áspera y profunda. Lograr una verdadera unidad. Consolidarse en el centro y entender que tiene que gobernar en forma pragmática, buscando múltiples alianzas. Una alianza por cada tema, una alianza para cada propuesta, una alianza por cada iniciativa.

¿Tendrá espacio para hacerles ajustes a las reformas impulsadas por el actual gobierno, considerando que no tiene mayoría en el Congreso?

Eso depende de él. Si inaugura una nueva manera de hacer política, una manera inclusiva, donde cada tema se considere por su propio mérito y no como un bloque que responde a principios ideológicos, va a poder avanzar. La verdad es que no veo por qué no podría llegar a acuerdos, incluso con el Frente Amplio, en una serie de cuestiones relacionadas con el medioambiente, por ejemplo.

Piñera prometió crear 600 mil nuevos empleos. ¿Es factible esa meta?

Sí, es más que factible. Pero la pregunta importante no es esa. La pregunta es la calidad de esos empleos y la manera en que va a enfrentar la invasión de las máquinas inteligentes y de los robots.

¿El nuevo gobierno podrá estabilizar y eventualmente reducir la deuda pública?

Sí. Es importante que se fijen una meta de cuatro años para enfrentar el tema de la deuda. Debe ser una meta realista y gradual, que estabilice la deuda como porcentaje del PIB hacia el final del período. Que la lleve hacia abajo, hacia un nivel más acorde con el tipo de país que Chile debe ser.

¿Cómo se deberían abordar estas dos problemáticas?

Lo primero es educación. Lo técnico es esencial y la gratuidad en ese estamento es el paso correcto. Hay que pensar en esto: no hay técnicos en Chile capaces de instalar paneles solares o molinos. Los importamos de Bulgaria y Portugal. Hay que cambiar los currículos de raíz. Es una emergencia.

¿Qué nivel de deuda considera adecuado para el país?

En el largo plazo, entre 18% y 20% del PIB.

¿Cómo ve la posibilidad de recuperar las notas crediticias que se perdieron este año?

Eso va a tomar tiempo. Es importante, pero no debiéramos obsesionarnos. Con un trabajo responsable y constante, avanzando paso a paso en la dirección correcta, eventualmente, más temprano que tarde, se recuperarán.