Para muchos, los parajes y macizos del Parque Nacional Torres del Paine, en la XII Región, forman parte de los destinos turísticos más hermosos del planeta. Sin embargo, según Sebastián Gómez, presidente de la Asociación de Hoteles y Servicios Turísticos de Torres del Paine (Hyst), también se reciben críticas de parte de los visitantes. "Los problemas más graves son en portería y en las instalaciones de baños. Una portería que se debió tener lista hace un año quedó abandonada, siendo que es la portería más importante del parque", asegura el vocero de la entidad, que agrupa a 18 operadores.

¿Cuál es la realidad que se vive hoy en el Parque Nacional Torres del Paine?

Este lugar en los últimos años ha tenido un crecimiento de turistas en torno al 15%. La gran problemática, a nuestro juicio, es la poca inversión que se ha hecho por parte del Estado de Chile en el cuidado del parque. Sólo por concepto de entrada al parque, en los últimos 10 años han ingresado más de $ 15 mil millones, de los cuales la reinversión que se ha hecho, ya sea infraestructura, baños, caminos, senderos y seguridad, ha sido muy poca. Y eso es consecuencia de que el Estado chileno no ve a largo plazo lo importante que son los parques nacionales y lo que generan como economía para el turismo.

¿Cómo funcionan las concesiones de servicios?

Bien, pero los procesos de licitación han sido más rápidos que las mejoras en infraestructura. Y como existe control de licitaciones, que no se pueden cambiar, las empresas que las tienen, por ejemplo, no pueden hacer cambios de tarifas ni generar mayor infraestructura, porque el contrato no lo permite. Hay concesiones de 15, 20 o 25 años. Si yo no puedo hacer cambios de tarifa y no puedo invertir más porque el contrato no me deja, ¿cómo voy a mejorar? Al final, el producto queda pequeño y es sobrepasado por la demanda.

¿Es culpa de Conaf?

No, es culpa de la visión de Estado que hay sobre el tema. Hay que entender que se debe inyectar dinero a Conaf. Que si Conaf existe y se le mandató administrar esto, se le tienen que entregar los recursos para hacerlo. El dinero que el Estado destina para administrar este territorio es ínfimo. Por concepto de entradas, ingresan $ 2.500 millones de pesos, y esa plata se va para Santiago. De ese total, solamente se devuelven a la Conaf regional unos 300 millones. Porque como Conaf no tiene presupuesto, con estas platas financia a los otros parques nacionales. Estimamos que la reinversión por concepto de entrada es de un 10%.

¿Ustedes han propuesto administrar el parque, privatizarlo, reemplazando a la Conaf en esta labor?

Sí, porque Conaf está mandatada a conservar, cuidar, y no está mandatada a administrar turísticamente un parque nacional. No saben cómo, nadie les dijo cómo hacerlo. Creo que eso puede generar una buena solución, en la cual un ente privado eficiente pueda manejar los recursos y administrar toda la parte turística del parque.

¿De qué forma se podría asegurar la sustentabilidad del recinto ?

El tema de la conservación es caro y siempre su presupuesto será alto. ¿Qué es lo que va a pasar? Que el parque se convertirá en algo más exclusivo, será más caro y de difícil acceso. Por eso, las licitaciones tienen que ser capaces de ser modificables o que sean moldeables según la realidad.