Cobreloa pasó de liderar el torneo durante buena parte a necesitar de un milagro para jugar la liguilla.
Ha sido una desilusión muy grande no estar más arriba a estas alturas. Todos creían que íbamos a pelear el campeonato hasta la última fecha, sin embargo, no ocurrió. Y lo que es más triste, ni siquiera dependemos de nosotros para clasificar a la liguilla. Seré sincero: no estuvimos a la altura del torneo. Esa es la única verdad.
¿Cómo podría explicarse un bajón tan pronunciado?
No sé. Es complicado encontrar una sola razón. Sí pasaron cosas en el camino que nos afectaron. Por ejemplo, ese partido ante Palestino, donde hubo cobros increíbles en contra nuestra. Pero tampoco hay que buscar excusas. Te repito, no estuvimos a la altura y punto. Esa es la verdad.
Igualmente, pese al pronunciado bajón, cuentan con una mínima chance. Y justamente deben jugar con Universidad de Chile.
No nos queda otra que ir a buscar esa chance que nos queda. Obviamente, no depender de uno mismo, como en este caso, no es lo ideal, porque ni siquiera el triunfo nos asegura la clasificación. Pero por un tema de amor propio y orgullo, tenemos que salir a ganar.
Un triunfo quizás no les alcance para llegar a la liguilla, pero podría significar dejar fuera a la "U".
Más que hacerles daño a ellos, tenemos la obligación de ganar para dejar una buena impresión. Ojalá lleguemos bien al partido y podamos repetir una actuación como varias de las que tuvimos hasta la mitad del torneo.
¿Cuánto influye que enfrente, además de la "U", esté sentado Marco Antonio Figueroa en el banquillo?
Absolutamente en nada. Al menos para mí no es tema. Lo que haya pasado antes con él, tanto conmigo como con otros compañeros, queda atrás.
Pero si vencen a la "U" y queda eliminada, él podría irse del club.
La verdad es que no estamos pensando en dejarlo sin trabajo. Ni a él ni a nadie. No es bueno desearle a nadie la cesantía. Acá jugaremos por nosotros, por nuestro orgullo y quizás por un mejor contrato a futuro. Hay muchas cosas en juego más importantes que dejar sin trabajo a una persona.
Cuesta creer que después de todos los problemas que vivieron con él en el primer semestre, no le provoque nada ser en parte juez de su futuro.
Te repito, no pienso en ganarle a Marco Antonio Figueroa. Quiero que gane Cobreloa y ojalá ir a la liguilla. Las consecuencias que eso traiga ya no dependen de mí. Cada uno se hará cargo después de su rendimiento. Me imagino que Figueroa se hará cargo del suyo.
O sea, el partido del domingo no tiene ningún morbo para ustedes.
En mi caso, ninguno. Eso lo titulan ustedes, que jugarán seguramente con eso de la morbosidad. Acá juega Cobreloa y la "U", y los dos quieren ganar. Nada más.