Si bien la Superintendencia de Electricidad y Combustible (SEC) sigue investigando las causas exactas de la explosión por emanación de gas licuado, ocurrida el domingo, en un condominio de Quilpué, V Región, ayer descartó que ésta se haya originado en los estanques subterráneos o en la tubería comunitaria.
El superintendente de la SEC, Luis Avila, informó que tras revisar las instalaciones se confirmó que la red comunitaria se mantenía hermética y sin daños, al igual que dos estanques (de 1 m3 cada uno) que abastecen al condominio. En consecuencia, la fuga se habría originado en el radio interior de la primera casa, ya sea en las tuberías que conectan el calefont y cocina, en las llaves de paso o por una mala manipulación de estos implementos.
"Estas hipótesis están siendo investigadas", se señaló en la SEC. También se pidió a la empresa proveedora (Abastible) un informe sobre el medidor, para confirmar una pérdida inusual de gas en ese inmueble. "Aquí hay un dato clave, y es que los moradores habían llegado hace pocos días a arrendar y, presumiblemente, habrían realizado conexiones nuevas. No podemos descartar nada. Habría que analizar la calidad que tuvieron esos trabajos, si fueron encargados a personal competente o no", precisó Avila.
Además, de acuerdo a lo informado por el director regional de la SEC Valparaíso, Marcelo Abril, la instalación del sistema de gas en el condominio estaba en regla al momento de su construcción por parte de la inmobiliaria. Es decir, en ese momento el condominio cumplió con el primer sello verde, obligatorio al momento de la primera venta, y que tiene una vigencia de dos años. Después de eso, la casa afectada (al igual que las otras cinco que forman parte de la edificación) lo tenía vencido, con fecha 28 de agosto de 2016. Su renovación posterior, no obligatoria, es responsabilidad de cada usuario.
Consultado por qué la empresa proveedora suministró gas a un condominio con el sello vencido, Abril sostuvo que "la normativa vigente no contempla restricciones (...), pero el llamado a la ciudadanía es a mantener los sellos vigentes, pues es sinónimo de mayor estándar de seguridad".
Respecto de la explosión, el amplio radio de la onda expansiva (el municipio informó de daños hasta 200 metros a la redonda) se explica, según David Jarret, prevencionista de riesgos y decano de la Facultad de Ingeniería de la U. de Valparaíso, por la naturaleza del gas licuado.
"Al pasar de su estado líquido a gas expande su tamaño 250 veces; por lo tanto, una cantidad apenas equivalente a un cilindro de 15 litros puede fácilmente provocar este nivel de daño. Probablemente, por ser invierno, la casa estaba bien sellada y al momento de detonar, es la velocidad de la reacción lo que hace esa presión gigante sobre la estructura", explicó Jarret.
Investigaciones paralelas
El Laboratorio de Criminalística de Carabineros (Labocar), en forma paralela y por orden de la Fiscalía de Quilpué, investiga el punto donde se inició la fuga. Los vecinos del sector, en tanto, encabezados por Raúl Olivares, presidente de la JV Población Ferroviaria, preparan con abogados una querella que interpondrán hoy contra todos quienes resulten responsables. Olivares vive a 30 metros de la casa de la explosión y es parte de las 160 familias que resultaron afectadas con la onda expansiva. "Estamos pidiendo al municipio todos los antecedentes del único propietario del condominio, los permisos y recepción definitiva", indicó el dirigente.
El municipio de Quilpué ya efectuó una denuncia ante la fiscalía y ayer, además, coordinaba la ayuda para las cerca de 500 personas afectadas.
En tanto, el subdirector médico del Hospital Dr. Gustavo Fricke, Osvaldo Becerra, informó el traslado a Santiago de la mujer de 75 años que resultó gravemente herida, junto con dos menores. "Ella está en riesgo vital y conectada a ventilación mecánica", precisó el facultativo.