El fiscal regional de O'Higgins, Luis Toledo, tomó declaración ayer por cerca de cuatro horas a las secretarias del vicepresidente del Banco de Chile, Andrónico Luksic. Con esto, el persecutor busca determinar cómo se gestionó la reunión por el crédito de $ 6.500 millones que se otorgó a la empresa de Exportadora y de Gestión Caval Limitada.

De hecho, Toledo investiga al menos 50 correos relacionados con la cita clave del 6 de noviembre de 2013 para la obtención del crédito con la entidad bancaria, que fue aprobado por el banco el 16 de diciembre del mismo año.

En ese contexto, prestaron sus testimonios las secretarias María Teresa Errázuriz y Ximena Valenzuela, quienes arribaron a la fiscalía acompañada por tres personas, que serían dos abogados y un ejecutivo.

Los interrogatorios comenzaron a ser planeados por el Ministerio Público una vez que tuvieron la declaración de Sergio Bustos, quien gestionó la reunión y aseguró que la presencia de Sebastián Dávalos, entonces gerente de proyectos de Caval, fue solicitada por el dueño del banco.

En este contexto, Bustos declaró a revista Qué Pasa que conversó telefónicamente y por vía correo electrónico con las dos secretarias de Luksic. "Como la empresa Caval tenía muy poca capacidad de pago y su capital era muy bajo, necesitaba llegar a la máxima autoridad del banco para que apoyara el crédito. Yo solicité una audiencia con el señor Luksic para la señora Compagnon y el gerente general de Caval, Mauricio Valero. Hablé con dos secretarias de la vicepresidencia para solicitar la audiencia. Me constaron que no había ningún problema en hacer la reunión", aseguró.

Según Bustos, "dijeron que el señor Luksic prefería que la señora Compagnon fuera con Sebastián Dávalos, su esposo. Que lo vería con muy buenos ojos el señor Luksic".

En la jornada de ayer, ademas, declaró por alrededor de dos horas Iván Garrido, asesor de Caval. El hombre fue consultado respecto a la obtención del millonario crédito,

"El único vínculo que tuve directo con Caval fue el llamado que me hizo la señora Natalia. Ella me llamó a mí, yo no la conocía personalmente, tampoco a Mauricio Valero. Primero indagó por qué yo había llegado al banco BCI, le conté que don Sergio Bustos me había encomendado la obtención de un pequeño crédito de 100 millones de pesos, y ahí me hizo saber que el crédito del Banco de Chile había sido aprobado", señaló.

Agregó que, a su juicio, tiene pendiente los honorarios. Esto, porque "las condiciones era que me daban $ 50 millones una vez que el crédito fuera aprobado", declaró.