"Los mercados financieros globales muestran señales de una renovada exuberancia que está cada vez más alejada de los fundamentos económicos", afirmó Gurría en el texto del discurso preparado ante la sesión plenaria del Comité Monetario y Financiero (IMFC, por su sigla en inglés), máximo órgano asesor del Fondo Monetario Internacional (FMI).

El secretario de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) dijo que esa divergencia entre el sector financiero y la economía real "debería de ser fuente de preocupación".

En su opinión, el modelo de negocio de los grandes bancos mundiales "no ha cambiado lo suficiente" frente al que existía antes del estallido de la crisis en 2008.

"Los bancos siguen teniendo una dependencia excesiva de la intermediación y los derivados", criticó Gurría.

Añadió que no se puede descartar "un fuerte corrección" en los mercados de deuda que, de producirse, agravaría "la ya débil" situación de muchos bancos en los países de la OCDE y de la zona euro "en particular".


Advirtió, además, que los mercados "en algunas economías emergentes" dan muestras de sobrecalentamiento y atraviesan por "preocupantes" auges crediticios.

Para Gurría existe el riesgo también de que no se hayan solucionado "adecuadamente" los desequilibrios globales y los problemas de estabilidad financiera, lo que podría hacer que vuelvan a manifestarse una vez que la economía mundial recupere fuerza.

Consideró, por lo demás, que la mayoría de países de la OCDE tienen un espacio de maniobra limitado en la esfera fiscal por lo que la "política monetaria sigue siendo un instrumento clave para respaldar la demanda".

En líneas generales Gurría insistió en que la situación económica global sigue siendo "frágil" y no se ha podido asegurar de momento "una recuperación sostenible".

Destacó, sobre todo, la situación en la eurozona y las profundas recesiones en Italia y España, así como la parálisis en Francia, "que plantean serios interrogantes sobre la recuperación y siguen siendo una amenaza para los planes de consolidación fiscal y estabilidad del sistema financiero".

El Fondo inició ayer su asamblea de primavera conjunta con el Banco Mundial (BM) que concluye hoy en Washington y a la que asisten más de 200 ministros de Finanzas y banqueros centrales.