El secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, propuso "explorar posibilidades" para conectar los sistemas antimisiles de EEUU, la OTAN y Rusia, país al que instó a "un nuevo comienzo" en las relaciones bilaterales basado en el "realismo" de amenazas comunes como la proliferación nuclear.

"Nuestras naciones y fuerzas sobre el terreno van a ser cada vez más vulnerables a los ataques con misiles de terceros países", dijo Rasmussen en su primer gran discurso tras ser elegido secretario general de la alianza militar, centrado en las relaciones con Moscú.

Un día después del anuncio de EEUU sobre la suspensión de sus planes para instalar un escudo antimisiles en el Este de Europa,  que era percibido como una amenaza por Rusia, Rasmussen hizo hincapié en que "la proliferación de tecnología de misiles balísticos no sólo es una preocupación para los países aliados, sino también para Rusia".

Además, el danés consideró que hay un "interés compartido" en la prevención de la proliferación de armas de destrucción masiva y su transporte, ya que "si Corea del Norte mantiene su poder nuclear e Irán lo consigue, sus vecinos se pueden sentir tentados a seguir su ejemplo".

El secretario general de la OTAN aseguró que uno de sus objetivos es crear "una arquitectura de seguridad euroatlántica en la que Rusia se vea reflejada".