Con una tribuna repleta de familiares de seis de los ocho imputados por el crimen de un lactante, cometido por el padre y líder de la secta de Colliguay, Ramón Castillo, alias "Antares de la Luz", se realizó ayer, en el Juzgado de Garantía de Quilpué, la audiencia en que se reformalizó a seis inculpados, quienes pasaron de cómplices a encubridores.

El fiscal Juan Emilio Gatica propuso penas que van desde los tres años y un día para María del Pilar Alvarez, Carolina Vargas y David Pastene; dos años para Karla Franchy; 800 días para Josefina López y 541 para Francisca Ceroni. Con esas sanciones, ninguno cumpliría cárcel efectiva.

"Quedamos convencidos de que la conducta es de encubridor y no cómplice. Ellos no habrían estado en conocimiento del destino del lactante. Ahora es el juez el que determinará", dijo Gatica.

En tanto, la directora del Servicio Nacional de Menores (Sename), Marcela Labraña, criticó la decisión del Ministerio Público. "No queremos que nadie quede libre por infanticidio. Si el juez toma el acuerdo de las partes para rebajar penas, nos vamos a oponer. Es una muy mala señal para el país, porque hubo un bebé que se quemó vivo, y no puede considerarse que si estaban algunos unos metros más cerca que otros, allí se preparó un montaje", aseguró la autoridad.

Hoy Labraña podrá exponer ante el tribunal la apelación a esta nueva propuesta de cargos, que deja a sólo dos imputados -Natalia Guerra y Pablo Undurraga- como autores del asesinato. Ambos casos están a la espera de exámenes psiquiátricos para realizar el juicio ordinario.