El sector hotelero puertorriqueño bajó hasta un 40 por ciento sus tarifas para salvar la temporada de una industria que supone cerca del 7% de la economía, señaló la presidenta de la Asociación de Hoteles y Turismo de la isla caribeña, Clarisa Jiménez.
La fuerte bajada del precio de las habitaciones, agregó Jiménez, fue una medida necesaria para afrontar una crisis económica que hizo disminuir el número de viajeros en todo el mundo.
Jiménez explicó que según los últimos datos disponibles de la temporada alta en Puerto Rico, en el pasado mes de enero la ocupación hotelera en la isla sólo alcanzó el 63,7 por ciento, cifra modesta para uno de los meses más importantes para el sector.
La presidenta de la patronal del turismo puertorriqueño subrayó que los hoteles bajaron el precio por habitación -promedio- hasta los 133 dólares durante el pasado invierno, cantidad lejana de los 200 dólares de años precedentes.
Jiménez detalló que esa bajada de precios afectó considerablemente las finanzas de las compañías del sector en la isla, que cuenta con 14.000 habitaciones distribuidas en un total de 166 hoteles, la gran mayoría en manos de empresarios locales.
TURISTAS
La directiva señaló que la bajada en el número de turistas que visitaron Puerto Rico durante la pasada temporada alta de la isla se tradujo además en un ajuste de las plantillas de los hoteles, que en conjunto emplean a cerca de 70.000 trabajadores.
Jiménez resaltó que los hoteles de Puerto Rico sufren de manera especial la caída de turistas, ya que la reducción de ingresos incide en unas empresas que soportan, a su vez, subidas paulatinas en los costes operacionales.
"Los hoteles puertorriqueños se enfrentan a leyes laborales que encarecen los costes", dijo, tras afirmar que los empresarios del sector tienen que asumir también unos precios energéticos altos en comparación con los países del entorno de la isla caribeña.
En cuanto a las perspectivas para la temporada baja -los meses de verano-, dijo que "agosto y septiembre son los más complicados", aunque matizó que espera que el turismo nacional salve la parte del año más difícil para el sector en Puerto Rico.
"Julio suele tratarse de un buen mes gracias al turismo local y este año pensamos que la ocupación puede ser alta", indicó la presidenta de la patronal.
La directiva dijo que pese a las dificultades, Puerto Rico cuenta con una situación de privilegio respecto a sus competidores caribeños, gracias a sus mejores infraestructuras y a las modernas instalaciones de sus hoteles, tras las reformas llevadas a cabo en los últimos años en la mayoría de los establecimientos.
Puerto Rico, según Jiménez, dispone de una oferta más variada que otros países de la zona que permite a la isla recibir turismo vacacional, de carácter corporativo -negocios- y de ferias y convenciones, gracias al palacio de exposiciones de San Juan, el más grande del Caribe.
Puerto Rico espera recibir este año cerca de un millón y medio de turistas, cifra que sumada a los que llegan a la isla a través de las escalas de los cruceros se elevaría a los cuatro millones.