A través de un recurso de queja presentado contra el juez árbitro Luis Aróstica, se reveló el hasta ahora desconocido detalle de un juicio arbitral que enfrentó a grupo Security con Concreces, empresa ligada al empresario Daniel Mas, a través de Ecomac.
La relación entre ambas comenzó en 2007, cuando suscribieron un contrato a través del cual Security delegó en Concreces la función de administración de los bienes de uno de sus fondos inmobiliarios. Pero el 18 de abril de 2012, Security informó a la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS) que resolvió poner término al contrato, lo que fue llevado a arbitraje por Concreces, que exigió US$ 70 millones por los perjuicios ocasionados. Finalmente, el fallo arbitral terminó favoreciendo a Security. Y si bien Concreces acudió a la Corte de Apelaciones, finalmente desistió de cualquier recurso.
Rodrigo Díaz de Valdés, socio de Baker & McKenzie, representó a Security, mientras que Octavio Bofill y Rodrigo Quintana de BMAJ Bofill Mir & Álvarez Jana Abogados defendieron a Concreces.
El abogado Edmundo Ramírez, de Concreces, concluyó que "para Concreces este es un asunto terminado, seguimos trabajando normalmente y no tengo otros comentarios que formular respecto de una sentencia ejecutoriada".