Noruega decidió demoler la sede del gobierno de Oslo tras los daños de consideración que sufrió, en el atentado del 22 de julio perpetrado por Anders Behring Breivik. Así lo informó hoy la ministra noruega de Administración, Rigmor Aarud, en una visita al recinto.
El edificio, de 18 pisos, quedó tan severamente dañado que todo trabajo de remodelación sería más costoso que construirlo de nuevo, señaló la ministra, quien apuntó la necesidad de tomar una decisión atendiendo a "razones prácticas".
Breivik hizo estallar un auto-bomba frente al edificio, tras lo cual se trasladó en otro vehículo a la isla de Utoya, a 40 kilómetros de Oslo, donde disparó a discreción contra los participantes en un campamento de las juventudes socialdemócratas.
En el atentado contra la sede gubernamental murieron ocho personas, y en las matanza en el campamento juvenil otras 69, en su mayoría adolescentes.
En el piso 16 del edificio gubernamental tiene su oficina el primer ministro, Jens Stoltenberg, que no se encontraba allí cuando se produjo el atentado.
La oficina del jefe del gobierno quedó prácticamente intacta, pero la estructura de varias de las plantas está casi completamente destruida y algunos de los ministerios han sido trasladados provisionalmente a otras dependencias.
Breivik está en prisión provisional y se espera que el próximo 16 de abril se abra juicio contra él.