Miles de seguidores del Presidente de facto Roberto Micheletti se lanzaron a las calles hoy para protestar contra lo que llaman la "injerencia" extranjera en Honduras, mientras otros miles lo hicieron por segundo día para pedir la restitución al poder del derrocado ex mandatario Manuel Zelaya.
Vestidos con camisa blanca, símbolo de su movimiento, los adherentes al gobierno de facto se plantaron frente a las instalaciones del edificio de las Naciones Unidas y después marcharon hacia la embajada de Estados Unidos en Tegucigalpa.
Los movilizados de blanco condenan la "intervención" en Honduras del Presidente brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, así como la de su homólogo venezolano, Hugo Chávez.
Los seguidores de Micheletti piden a la comunidad internacional que deje en paz a Honduras y que conozca primero sus problemas, y reafirmaron su voluntad de que las elecciones generales convocadas para el 29 de noviembre se realicen y no sean objeto de negociación en la actual crisis política.
La marcha fue convocada por la Unión Cívica Democrática, una coalición que reúne a partidos políticos, las iglesias católica y evangélica, empresarios y grupos estudiantiles.
Mientras, los seguidores de Zelaya salieron a las calles con sus camisetas y banderas rojas, que los identifican, con la finalidad de llegar a la embajada de Brasil, donde se encuentra alojado Zelaya desde el pasado lunes cuando ingresó secretamente al país.
Zelaya fue arrestado y obligado a salir del país por comandos militares el pasado 28 de junio, pero sus seguidores no han dejado de marchar desde su expulsión del poder.
Ahora los miles de seguidores de Zelaya han convertido en auténtico centro de peregrinación la embajada brasileña en Tegucigalpa, la cual se encuentra fuertemente acordonada por dispositivos policiales y militares.
En la marcha del miércoles hubo disturbios cuando los zelayistas intentaron romper el cerco y aproximarse a la sede diplomática de Brasil, lo cual fue repelido violentamente por las fuerzas de seguridad.
DOS MUERTOS EN MANIFESTACIONES
Al menos dos personas han muerto en Honduras en incidentes registrados después del regreso del depuesto Presidente hondureño, Manuel Zelaya, confirmó hoy el portavoz del ministerio Público, Melvin Duarte.
Una de las víctimas es un hombre de 65 años que murió "en un fuego cruzado" entre la Policía y seguidores de Zelaya en Tegucigalpa, y el otro un joven que murió de un balazo disparado por un policía por no atender la orden de detenerse en un retén en San Pedro Sula, 243 kilómetros al norte de la capital, indicó Duarte.
Agregó que el Ministerio Público ya entabló la denuncia contra el policía en un tribunal de justicia de San Pedro Sula.
"Fuera de estos dos", afirmó el portavoz, "no tenemos ningún otro caso, pese a lo que se dice", de que la cifra de muertos es superior e incluso podrían alcanzar los diez, según Zelaya.