Paolo Gabriele, el mayordomo del Papa Benedicto XVI, acusado de la filtración de documentos del Vaticano en un escándalo conocido como "Vatileaks", tuvo tres cómplices, según asegura hoy el diario La Repubblica.
El medio dice, sin nombrar fuentes, que se trata de tres personas que trabajan en el entorno del Papa.
Los investigadores del Vaticano sospechan de la asesora y ama de llaves del pontífice, Ingrid Stampa, del obispo alemán Josef Clemens y del cardenal Paolo Sardi, responsable de sus discursos. Los tres tenían una relación estrecha con Gabriele, asegura el diario.
La Repubblica alega que no fue casual que los tres hayan sido alejados del Papa. Stampa ya no se ocupa de los documentos papales y Benedicto anuló un encuentro previsto con Clemens. Además, el cardenal Sardi abandonó su labor alegando motivos de edad.
La información fue sin embargo desmentida de inmediato por el Vaticano. El vocero Federico Lombardi negó que los tres hayan sido retirados de sus tareas.
Ser interrogados por una comisión de investigación, como los tres empleados, "no significa de ninguna manera ser sospechoso", dijo Lombardi, que destimintió en varias ocasiones informaciones del diario romano sobre el escándalo.
El periódico especula también que las filtraciones se produjeron por envidia y celos, apuntando al secretario de Estado Tarcisio Bertone y el secretario privado del Papa, Georg Gänswein.