La caída en la Copa del Mundo 2015 fue el golpe más duro que pudo imaginar el rugby inglés. Eran locales y ni siquiera pudieron pasar la fase grupal. El descalabro significó la salida inmediata del seleccionador Stuart Lancaster y la búsqueda de un reemplazante tuvo una dirección unívoca: el australiano Eddie Jones, quien cumplió una notable actuación con Japón en el mismo certamen, incluyendo una épica victoria sobre Sudáfrica.
El arribo de Jones, en noviembre de 2015, provocó un cambio rotundo en el XV de la Rosa: se adjudicó el torneo Seis Naciones con un Grand Slam (sólo victorias) y se impuso en sus siete amistosos, incluyendo tres como visitante frente a Australia.
Ahora, los ingleses pretenden repetir la historia y tienen todo para hacerlo: un plantel renovado, con 14 jugadores de 34 jugadores con menos de 10 partidos internacionales, incluyendo debutantes absolutos como el apertura Alex Lozowski, el pilar Nathan Catt y el octavo Mike Williams.
La tarea, en todo caso, no será sencilla, porque Francia ha mostrado una gran estado de forma, con el coach Guy Novés (10 veces campeón galo y cuatro de Europa, con Toulouse, su club de toda la vida) planteando que su equipo "será letal" en ataque. Tampoco se puede descartar a Gales (segundo el año pasado) e Irlanda, de notable desarrollo durante los últimos meses.
Hoy, en Londres, los capitanes de los equipos presentaron en Londres el trofeo por que el comenzarán a luchar el 4 y 5 de febrero, con los partidos Escocia vs. Irlanda, Inglaterra vs. Francia e Italia vs. Gales.