Pese a que había asegurado la corona del torneo Seis Naciones en el fecha pasada, con una aplastante victoria sobre Escocia (61-21) en Londres, la selección inglesa de rugby pretendía sembrar otro par de hitos en su historia: ser el único equipo que se ha adjudicado el Seis Naciones con dos Grand Slams (sólo triunfos) consecutivos y dejar atrás a Nueva Zelanda en la mayor racha de victorias internacionales consecutivas (18), marca igualada en aquel mismo partido.
Todo quedó en la intención, sin embargo, porque Irlanda se impuso por 13-9 en Dublín. Lo notable es que el XV del Trébol había frenado también a los All Blacks (noviembre pasado en Chicago), justamente cuando los oceánicos buscaban su decimonoveno triunfo .
A Irlanda le bastó un try del segunda línea Ian Henderson (24') y el pie de su apertura Jonathan Sexton (la conversión más dos penales -11' y 63'-), mientras que Inglaterra pudo maquillar un poco el resultado con la precisión de Owen Farrell, con tres penales (18', 51' y 67').
"Queríamos ganar el torneo y lo hemos hecho, pero estamos decepcionados de no haber vencido en el partido final", dijo el capitán inglés, Dylan Hartley.
La caída significó también el adiós al invicto inglés con el australiano Eddie Jones como entrenador, quien tomó al equipo luego de la decepción del Mundial 2015, en la única ocasión en que el país anfitrión ha quedado fuera de la copa en primera ronda.
En París, en tanto, Francia y Gales protagonizaron un partido emocionante, que entró en el libro de récords del rugby, pues el juego se definió en el minuto 100 (20 adicionales), con un try de Damien Chouly anotado por Camille Lopez, después de una interminable seguidilla de penales -sobre todo en el scrum- cometidos por los visitantes, lo que causó la inédita prolongación del juego (en este deporte, no puede terminar un partido en penal o con el balón en juego). Así, en una final cinematográfica, los galos se impusieron por 20-18 y cerraron terceros en la competición.
Más temprano, Escocia había superado 27-0 a Italia, que se quedó sin puntos y con la consecuente Cuchara de Palo (la octava desde que se integró la certamen).