En las últimas semanas, los integrantes de la Comisión de Ética del Senado han analizado los efectos que han tenido los casos Penta, Caval y SQM. Y el principal diagnóstico que se ha compartido al interior de esa instancia es el creciente deterioro que ha tenido la imagen del Congreso, por lo que los parlamentarios iniciaron un trabajo para proponer medidas administrativas que regulen el comportamiento de los legisladores.
Coordinados por el presidente, Hernán Larraín (UDI), la comisión está estudiando mayores controles y sanciones para los senadores que incurran en actos como participar de una votación en la que tienen evidentes conflictos de interés, conductas impropias al interior del hemiciclo y faltas a la probidad administrativa, entre otras.
"Estamos estudiando normas y sanciones para el ejercicio parlamentario. Queremos fijar una pauta de conducta respecto a todos estos temas, incluyendo el trato, el lenguaje y las inhabilidades", dijo Larraín a La Tercera.
Para que este trabajo sea aplicado, los parlamentarios propondrán modificar el reglamento del Senado y, particularmente, el de la Comisión de Ética de esa corporación. Los cambios a esta última instancia apuntarán a dotar de atribuciones para resolver si un legislador debe abstenerse de una votación, junto con permitir que la comisión actúe de oficio, es decir, por iniciativa propia.
El presidente del Senado, Patricio Walker (DC), también estaría de acuerdo con los cambios, según sus cercanos.
Actualmente, en la mayoría de las circunstancias sólo puede tomar medidas disciplinarias si existe una denuncia de por medio. Asimismo, otro de los cambios busca incrementar el nivel de sanciones que puede aplicar la Comisión de Ética, ya que hoy sólo puede amonestar a un parlamentario.
El trabajo también está siendo coordinado al interior de la comisión bicameral de transparencia, conformada por los integrantes de la Comisión de Ética del Senado y seis diputados. El objetivo de este grupo es plantear a las mesas de ambas cámaras transformarse en el ente coordinador de nuevas medidas sobre probidad del Congreso. La idea es, al menos, que el Senado se acerque a las medidas que implementó la Cámara el año pasado, entre las que se incluyeron multas en base a un porcentaje de la dieta de los diputados.
"Estoy de acuerdo con sanciones, siempre que haya investigaciones a fondo. Tiene que ser algo serio, porque sino se presta para cualquier cosa. Hay que dotar a la Comisión de Ética de los instrumentos", dijo el senador Carlos Montes (PS), miembro de esa comisión.
Propuesta a Bachelet
Ayer, en tanto, el senador Larraín llegó a La Moneda junto a sus pares Alberto Espina (RN), Felipe Harboe (PPD), Isabel Allende (PS) y Patricio Walker, para entregarle a la Presidenta Michelle Bachelet una propuesta de modificaciones legales para regular la relación entre la política y el dinero.
Los senadores proponen aplicar reglas de transparencia a dirigentes de partidos; incluir a las colectividades en las normas de la ley que regula el lobby; pérdida del escaño de legisladores, alcaldes, concejales y cores que hayan sido condenados por financiamiento irregular de sus campañas; y congelar el reajuste de los sueldos de altas autoridades del Estado. Esto último, apuntando a un reajuste diferenciado de forma permanente.