El Senado de México aprobó el sábado las leyes reglamentarias de una ambiciosa reforma de telecomunicaciones que busca reducir el poder de los grandes monopolios y propiciar la competencia en la telefonía y la radiodifusión, aunque analistas creen que el emporio de la televisión saldrá favorecido.

Tras un debate legislativo de más de 17 horas, los senadores aprobaron "en lo general y en lo particular las leyes de telecomunicaciones y de  radiodifusión" y las enviaron a la cámara de Diputados, dijo el Senado en un comunicado de prensa.

La reforma de telecomunicaciones "permitirán mayor competencia y mejores tarifas", dijo de su lado en Twitter el presidente Enrique Peña Nieto, que  felicitó a los senadores por la nueva reglamentación.

La nueva normativa obliga a las empresas preponderantes de telecomunicaciones y radiodifusión a compartir su infraestructura con nuevos competidores. 

También elimina las tarifas de telefonía de larga distancia dentro del país, obliga a las empresas de televisión restringida a retransmitir gratis canales abiertos de cobertura nacional, autoriza la licitación para dos nuevas cadenas de televisión abierta y obliga a las telefónicas a permitir la interconexión de manera gratuita, entre otras disposiciones.

"Los usuarios se van ahorrar 20.000 millones de pesos (unos 1.500 millones de dólares) anuales en cobros de larga distancia", dijo durante el debate  Javier Lozano, presidente de la comisión de Comunicaciones y Transportes, quien aseguró que esta reglamentación otorga al regulador "instrumentos para combatir  prácticas monopólicas".

MANOTAZO SOBRE LA MESA

El artículo 262 del dictamen aprobado señala que, de aprobarse en  diputados, el recién creado Instituto Federal de Telecomunicaciones (regulador)  podrá declarar "la existencia de agentes económicos preponderantes en los sectores de radiodifusión y de telecomunicaciones", que acaparen más del 50%  del mercado.

La industria de las telecomunicaciones y la radiodifusión "es un sector de grandes intereses" y la normativa toca y "lastima" tanto a Telmex y Telcel, del  magnate Carlos Slim, así como a Televisa, la mayor televisora de habla hispana del mundo, dijo a la AFP Ernesto Piedras, director de la consultoría privada  The Comptetitve Intelligence.

La nueva normativa "da un manotazo muy fuerte sobre la mesa en términos de competencia", consideró el experto.

El polémico tema de la preponderancia desató en la última semana una  andanada de acusaciones entre empresas vinculadas a los gigantes Telmex-Telcel y Televisa.

Las empresas de Slim acaparan el 80% del mercado en telefonía fija y el 70% del de la telefonía móvil, mientras que Televisa participa con el 70% en la  televisión abierta y 60% en la restringida.

NO SE ARRODILLA ANTE SLIM

De acuerdo con algunos analistas y legisladores la reforma abre el camino para que las empresas de Slim sean declaradas como preponderantes, mientras que  para Televisa el dominio solo se aplicaría en el servicio de televisión abierta  y no en la televisión restringida, considerado el negocio del futuro.

Legisladores del Partido Acción Nacional (PAN-conservador) y del izquierdista Partido de la Revolución Democrática, que votaron en contra, opinaron que aunque el dictamen implica retrocesos con respecto a muchas de las normas vigentes.

La reforma de telecomunicaciones prevé mecanismo claros para para combatir  al monopolio que representan Telmex y Telcel, pero no para desarmar al duopolio  Televisa-Tv Azteca, señaló durante la sesión Manuel Bartlett Diaz, senador del izquierdista Partido del Trabajo.

"El gobierno no se arrodilla ante Slim, es una reforma a medias destinada a contener y limitar a uno de los grandes monopolios", mientras que a Televisa "le permite crecer a su antojo" en el servicio de televisión restringida, indicó de su lado Octavio Islas, experto del Fondo de Información y  Documentación para la Industria (Infotec).