La contabilidad del prestigioso Congreso del Futuro, que cada año reúne a premios Nobel, científicos e intelectuales de nivel mundial y que en enero de 2017 realizará su sexta versión, fue sometida a una fiscalización por parte de la Comisión Revisora de Cuentas del Senado.

Esta instancia, integrada por los senadores Carlos Montes (PS), José García (RN), Alejandro García-Huidobro (UDI), Alejandro Guillier (ind.) y Manuel Antonio Matta (DC), solicitó en agosto pasado un informe a los responsables del evento, con el fin de verificar sus ingresos y egresos.

Luego de recibir, hace unas semanas, dicha información, los parlamentarios detectaron que el encuentro, creado e impulsado desde 2011 por el senador PPD Guido Girardi, recibe aportes de empresas privadas que no pasan por la contabilidad de la corporación del Senado, sino que son recaudados y distribuidos por una productora externa (Ideograma Comunicaciones Integrales), reclutada sin licitación.

Según explican conocedores del informe entregado por los organizadores del evento, la última versión, realizada en enero pasado, tuvo un costo total de más de $ 508 millones, de los cuales $ 243 millones fueron conseguidos por la vía de aportes de empresas privadas.

Los integrantes de la Comisión Revisora de Cuentas trataron el tema, sesiones en las que se plantearon reparos al modo de financiamiento del Congreso del Futuro, haciendo ver que el evento, al depender de una institución pública, debería ser controlado de acuerdo a los estándares de transparencia de la corporación.

En dicha discusión, según quienes accedieron al contenido del debate, algunos senadores advirtieron sus aprensiones sobre los vínculos de la institución con empresas privadas, considerando el contexto de sospecha creciente en la relación entre el dinero y la política.

Finalmente, los senadores concluyeron que se debía buscar una fórmula para regularizar la relación entre el Senado, el Congreso del Futuro y los aportes externos que recibe.

"Salió este tema del Congreso del Futuro", dice el senador Montes, poniendo el asunto en el contexto de una revisión general a las políticas de adquisiciones y gastos del Congreso. "Y queríamos clarificar si hay donaciones, si estas eran efectivas, a quiénes se hacían. Pedimos un informe para ver cómo se gestionaba, desde el punto de vista contable y en relación con la corporación del Congreso", agrega.

Su par de RN, en tanto, explica que tras la revisión "nosotros creemos que eso hay que regularlo", dice García. Y continúa: "Se trata de una institución no exactamente definida, y, por tanto, escapa a los controles del Senado y del Congreso. Y a lo mejor tiene que ser así para que sea más operativa y pueda hacer todo lo que está haciendo. Pero eso hay que decirlo claramente".

Vías de financiamiento

Quienes tuvieron acceso al informe contable que elaboró el equipo de organizadores del Congreso del Futuro, explican que la última versión recibió aportes públicos por $ 265 millones y $ 243 millones de privados.

Si bien el Senado aporta anualmente vía presupuesto una cifra que fluctúa entre los $ 175 millones y los $ 190 millones, desde la organización del evento explican que esos recursos se distribuyen en distintas actividades durante el año -vinculadas al evento-, pero que para las jornadas que en enero se desarrollan en el salón de honor del Congreso se destinan no más de $ 76 millones.

A su vez, como subvención presidencial a través de Fundación Primeras Naciones, el gobierno aporta otros $ 48 millones, mientras que la Cámara de Diputados, $ 50 millones más. Del mismo modo, instituciones como Conicyt, Corfo, PNUD y CNID aportan cerca de $ 16 millones.

Del mismo modo, ministerios como el de Transportes, Relaciones Exteriores, Energía y Medio Ambiente entregan cerca de $ 50 millones, en total. Al igual que algunas embajadas, que aportan cerca de $ 25 millones más.

En su versión de 2015, en el afiche expuesto en algunos medios, figuran como auspiciadores Enersis, VTR, Huawei, Entel y Copec, a través de la Fundación Copec-UC.

Nicolás Fernández, asesor del senador Girardi y relacionador público del Congreso del Futuro, confirma que estas cifras corresponden al informe revisado.

"La idea es seguir creciendo año a año y continuar trayendo a la mejor elite intelectual de todo el mundo, y eso, obviamente, tiene un costo", dice Fernández, "entonces buscamos y encontramos una serie de empresas dispuestas a apoyar en diversas modalidades".

Y agrega: "Entendemos que la relación política y empresas está cuestionada en los últimos dos o tres años (…). Y lo que quiere hacer el Senado es tener mayor control sobre los gastos y la ejecución de estos mismos para tener los resguardos necesarios. Y se está en la búsqueda de la fórmula que lo permita", dice Fernández.

Según fuentes parlamentarias, la fórmula está siendo estudiada, pero el método que ocupa el evento para gestionarse no calza con la legislación vigente y, por tanto, la versión de enero 2017 deberá realizarse sin subsanar las aprensiones de la Comisión Revisora de Cuentas.

En ese sentido, las mismas fuentes explican que el propio senador Girardi habría explicitado en Comisión de Régimen Interno del Senado -donde también se ha discutido el tema- la idea de crear una corporación sin fines de lucro que se haga cargo del evento.