El Senado uruguayo aprobó hoy una ley que legaliza el aborto hasta la semana 12 de gestación por la sola decisión de la mujer siempre que se realice bajo la supervisión del Estado, el último trámite legislativo que quedaba pendiente tras la aprobación del proyecto en la Cámara de Diputados.

La votación se resolvió con 17 votos a favor y 14 en contra, y se espera que en los próximos días la ley sea promulgada por el presidente José Mujica, que ya indicó en reiteradas ocasiones que no vetará la iniciativa, como sí hizo su antecesor, Tabaré Vázquez, en 2008.

El proyecto obtuvo todos los votos de la bancada de senadores del oficialista Frente Amplio (FA) y uno del legislador del Partido Nacional Jorge Saravia, mientras que votaron en contra los representantes del Partido Colorado y el resto de los senadores nacionalistas.

Hasta que el Parlamento de Uruguay tomó hoy esta decisión, solo en Cuba, Guyana y Puerto Rico el aborto era legal en términos generales.

En los otros países latinoamericanos hay distintas causales para permitirlo como el riesgo de vida para la madre, la malformación fetal o el hecho de que el embarazo sea fruto de una violación.

La iniciativa fue aprobada inicialmente por el Senado el pasado mes de diciembre, si bien durante su paso por la Cámara de Diputados tuvo que ser modificada para lograr los votos necesarios a favor de su aceptación.

El debate de este miércoles en la Cámara Alta se realizó de forma más rápida de lo previsto y sin la virulencia que caracterizó las anteriores discusiones legislativas sobre el tema.

El senador nacionalista Jorge Larrañaga rechazó la iniciativa porque -dijo- su partido defiende "la libertad y la defensa de los derechos humanos" y porque se trata de un "proyecto centralista, de escritorio, impracticable en numerosos puntos de la República" y que no satisface a nadie "ni en la forma ni en el fondo". Larrañaga anticipó que si su partido resulta elegido para gobernar en los próximos comicios, en 2014, derogará la norma.

Otros senadores apoyaron una iniciativa que pretende recabar firmas ciudadanas para someter la norma a referéndum.

Por su parte, la senadora del FA Constanza Moreira, una de las impulsoras del texto legal, subrayó que lo que se trata es de defender los "derechos reproductivos de las mujeres".

Parlamentarios del FA criticaron la "hipocresía" de la actual legislación uruguaya, que no evita que se practiquen los abortos y que al mismo tiempo causa la muerte de mujeres que interrumpen su embarazo de forma clandestina.

NORMA
Técnicamente, el proyecto aprobado no legaliza el aborto, sino que lo despenaliza siempre que se sigan ciertos procedimientos.

La iniciativa, fruto de una promesa electoral del partido gobernante, el izquierdista Frente Amplio, establece que las mujeres que quieran interrumpir su embarazo tendrán que acudir a un médico que las derivará a una comisión formada por psicólogos, ginecólogos y trabajadores sociales que la asesorarán.

Luego tendrán cinco días para reflexionar y por último podrán iniciar si lo desean el procedimiento con su médico en un centro público o privado.

Los abortos que se realicen fuera de este procedimiento seguirán siendo ilegales y por tanto penalizados.

A pesar de estar penado por ley, en Uruguay, según cifras oficiales, cada año se producen más de 30.000 abortos, pero organizaciones no gubernamentales creen que la cifra real puede ser el doble.

En 2008 se aprobó una ley similar que fue vetada por el presidente Vázquez, oncólogo de profesión, en un gesto que causó una gran molestia en el seno del FA y entre organizaciones feministas, y que el gobernante justificó por razones de conciencia.