El Senado uruguayo comenzó el martes a debatir un proyecto que convertirá al país en el primero en legalizar la producción y venta de marihuana, experimento que busca enfrentar el narcotráfico, en la región donde la lucha contra las drogas es la más letal.
El texto del proyecto fue aprobado en la Comisión de Salud del Senado con los votos favorables de los integrantes del Frente Amplio, coalición de izquierda en el gobierno, y la negativa de los legisladores de los partidos de la oposición, Nacional y Colorado.
La iniciativa, una de las prioridades del gobierno de José Mujica y que cuenta con sanción de la Cámara de Diputados, prevé la venta en farmacias de hasta 40 gramos de marihuana por mes y por persona, el auto cultivo de hasta seis plantas y la conformación de clubes de consumidores.
Asimismo, se crea el Instituto de Regulación del Cannabis (IRCA), que tendrá a su cargo el control de todas las etapas de producción y comercialización, al tiempo que se establece la obligatoriedad de incluir en los programas de educación una materia orientada a prevenir el consumo de drogas.
La sesión es seguida desde las barras del Palacio Legislativo y en las afueras del recinto por organizaciones de consumidores y grupos políticos a favor de la ley, que marcharon hasta la sede del parlamento.
"La guerra contra las drogas ha fracasado", aseguró al presentar el proyecto el senador Roberto Conde, de la coalición gobernante de izquierda Frente Amplio, con mayoría parlamentaria que le asegura la aprobación del inédito y polémico texto.
El plan uruguayo, que va más allá que las flamantes legislaciones de los estados estadounidenses de Washington y Colorado o de países como Holanda o España, es una "respuesta ineludible" a este fracaso, consideró.
El legislador aseguró que entre otros aspectos el proyecto busca solucionar la "grotesca incongruencia jurídica" que implica que si bien el consumo de drogas no está penado en Uruguay, hasta ahora sí lo está su producción y comercialización.
El consumo de cannabis, que representa el 70% del consumo de drogas ilegales en Uruguay, se ha duplicado en los últimos 10 años. Según las autoridades hay unos 128.000 fumadores de cannabis, aunque las asociaciones de consumidores calculan que rondan los 200.000.