Las redes sociales son, todavía, un terreno donde no todos los políticos se mueven a sus anchas. Claro, opinan como cualquier chileno, pero no es inusual que se salten el protocolo o, derechamente, pierdan la compostura ante la crítica de algún seguidor.
Basta recordar, sin ir más lejos, que la ex vicepresidenta de la Junji, Ximena Ossandón, terminó dejando su cargo por episodios como el famoso "reguleque" en relación al sueldo que recibía en el servicio público.
Esta vez, quien se salió de madre fue nada menos que el siempre diplomático senador Alberto Espina, quien entró en una discusión subida de tono con @cataparada, una mujer que se define como "madre soltera, mapuche frustrada y profesora de lenguaje".
Justamente su vocación la terminaría involucrando en esta polémica, al replicar un comentario del senador que decía, textualmente, "confieso error es abra tanto que critico las faltas de ortografía y me paso sniff".
Ante eso, @cataparada replicó "que ortografía" (sic), iniciando un ácido diálogo con el parlamentario de Renovación Nacional, quien le replicó "que simpatía" (sic).
Luego, @cataparada opinó "se le 'paso' o se le 'pasó'", ante lo cual la respuesta de @albertoespina fue sin filtro: "un ratito a la crest...", a lo que siguieron otras réplicas a la misma profesora: "mal muy mal algo le paso en la vida" o "sorry pero todo tiene su limite".
El tema, por cierto, incendió la red social, donde las manifestaciones de apoyo hacia la mujer y las críticas al senador se multiplicaron.
Finalmente, tras varias horas durante las cuales el parlamentario indicó que estaba con su nieta Dominga "jugando en los burros en la plaza de zapallar lo demás a llorar a la fifa" (sic), Espina intentó ponerle punto final a la discusión con un mensaje conciliador: "Si alguien se ofendió mil disculpas solo creo que la critica tiene un limite" (sic).