Senador Carlos Bianchi: "Es fácil copiar, pegar y sacar un proyecto de ley"

El parlamentario independiente acusó a colegas de la Concertación de buscar entrabar su proyecto que busca regular los abusos contra los empaquetadores de supermercados.




"Me desagrada y me molesta profundamente que haya un acto tan poco transparente de colegas que, sabiendo que había dos proyectos en la misma línea, y sobre todo este que avanzó muchísimo, presenten un proyecto similar. Por más que quieran decir que el otro es más profundo… pero claro, cuando la pega está hecha, es fácil copiar, pegar y sacar un proyecto de ley. Raya en lo inaceptable y podría entrabar el proceso que teníamos".

Así de molesto se manifestó el senador independiente Carlos Bianchi, tras enterarse que luego de presentar hace una semana su proyecto de ley que busca terminar con el abuso que existe hacia los empaquetadores que se desempeñan en los supermercados, un grupo de colegas, encabezados por la senadora socialista Isabel Allende, hizo lo propio este miércoles.

Y su molestia fue doble cuando vio que el nuevo proyecto venía con la firma de los senadores José Antonio Gómez (PRSD) y Ximena Rincón (DC), quienes incluso habían copatrocinado su proyecto del 13 de abril.

"Aquí puede haber una situación de intereses o que el proyecto se presente sobre éste para impedir que avance. El que presentamos hoy, en conjunto con los senadores Pedro Muñoz Aburto (PS) y Francisco Chahuán (RN), tiene la venía de la propia ministra del Trabajo, Evelyn Matthei, por lo que puede tener urgencias y avanzar", explicó Bianchi.

Clave es que, a su juicio, "vamos a trabajar con los trabajadores, no de espaldas a ellos. Y no de espaldas a los grupos que tienen intereses económicos, sino que con ellos. Y ya la presidenta de la Asociación de Supermercados, Susana Carey, se comprometió a reunirse con quienes cumplen estas funciones para afinar el proyecto en conjunto".

-¿Cree que hay algo extraño en la presentación de estos proyectos alternativos?

-Probablemente alguien vio que había una cosa avanzada y que era mejor meter un proyecto ahora para aprovechar que la cosa está encaminada. Así es bien fácil hacer proyectos de ley, incorporarlos desde atrás para que terminen sumándose.

-¿Qué busca, más allá de esta polémica, el proyecto que presentó?
-Lo primero es que nunca más deban pagar por trabajar, como deben hacerlo ahora. Lo segundo es que los supermercados estarán obligados a darles un seguro de vida. Ya no tendrán que comprar sus uniformes y sus condiciones labores deberán mejorar, pues es inaceptable que deban comer a la intemperie o no puedan ir a los baños de los recintos.
 
-¿Cuál fue la disposición de los supermercados pensando en que, por ejemplo, una ley podría obligarlos a sumar a estos trabajadores a su planta?
-Lo primero fue negarse a todo evento ante la eventualidad de un contrato, porque son más de 24 mil las personas dedicadas a este tema. Su primera amenaza fue que les era mucho más fácil colocar dispensadores de bolsas y que la gente se atienda sola. Nos costó mucho avanzar en el diálogo, pero aquí fueron vitales para llegar a acuerdo Susana Carey y la ministra. Los supermercados tendrán un vínculo con los trabajadores, pues éstos tendrán acceso a servicios que no tenían, pero alguien podrá intermediar y eso vamos a afinarlo.

Bianchi, por último, indicó que buscarán una fórmula especial para regular los contratos de estos trabajadores, pues "muchos de quienes cumplen esas labores reciben algún tipo de beneficio estatal o alguna beca universitaria, por lo que una relación contractual los podría terminar perjudicando. Es un punto que tendremos en cuenta en la discusión".

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