El senador Alejandro Navarro (MAS) afirmó hoy que el Ejecutivo debe esforzarse por canalizar el diálogo en la región de Aysén, en tanto que la oposición debe sumar fuerzas para contribuir en la resolución del conflicto, respaldando las demandas de los aiseninos.

El legislador acotó que, no obstante, "este no es un problema de este gobierno. Recordemos que la Concertación también lo tuvo, pero supo invisibilizarlo a través de los operadores políticos que intermediaron siempre, evitando la ruptura y la crisis".

Al mismo tiempo, planteó que "se agotó la institucionalidad política, que ha resaltado el centralismo y ha castigado a las regiones", y que por ello, propone "bloquear todos los proyectos de Ley que desde La Moneda envíen al Parlamento hasta que el gobierno resuelva el conflicto de Aysen y satisfaga las demandas de la comunidad".

Navarro expresó que "el gobierno, al endurecer su postura, deja en manifiesto, nuevamente, su nula capacidad para escuchar a la ciudadanía y su cero disposición a solucionar los conflictos. Y, ante este nuevo escenario, la oposición debe respaldar decididamente a Aysén, con más acción y menos discurso. Y en ese sentido, la única opción para que el gobierno dialogue y resuelva el conflicto es el bloqueo legislativo".

El legislador dijo que "no hay condiciones para que el Senado sesione normalmente mientras Aysén rompe la gobernabilidad. Y en ese sentido, la oposición no puede ser un espectador. Y si no reacciona ahora, ocurrirá lo mismo que con el movimiento estudiantil, que marginó y rechazó el rol político del Congreso".

Según expresó, "somos oposición, desde el Parlamento debemos dar una clara señal al gobierno y al país, que estamos dispuestos a dialogar y aprobar las leyes que sean necesarias para fortalecer el desarrollo y progreso de las regiones. El Congreso no puede quedar ajeno, debe hacerse parte respaldando a Aysén y con ello, a las demás regiones que sufren a diario al estar sofocadas  por el centralismo extremo".

"Por ello, es que debemos abocarnos a una reforma constitucional, que quite poder al Presidente de la República y lo transfiera, en parte, al congreso y fundamentalmente a la ciudadanía. El Ejecutivo debe entender que este proceso requiere de medidas políticas y económicas. Si eso no se capta, las regiones no tardarán en levantarse superando a los partidos políticos y al propio gobierno", finalizó.