En una carta difundida ayer, trece legisladores norteamericanos señalaron a Joseph Blatter, presidente de la FIFA, que permitir a Rusia montar el Mundial de Fútbol "fortalece de forma inapropiada el prestigio" del presidente Vladimir Putin, en un momento en el que "su régimen debería ser castigado".
Los legisladores recomiendan al ente rector del fútbol mundial organizar un congreso extraordinario para votar si se debe trasladar la sede del Mundial 2018 a otro país. Entre los firmantes se destaca el republicano John McCain (Arizona), candidato presidencial en 2008, y el demócrata Richard Durbin (Illinois), segundo en la jerarquía de su partido en la cámara alta.
Según la carta, más de 40 países, incluyendo casi la mitad de los países que participaron en el Mundial 2014, han aprobado sanciones contra Rusia. Tener el Mundial ahí "aportará un alivio económico", añadió la misiva.
"Como usted sabe, ha transcurrido casi un año desde que tropas rusas sin uniforme y separatistas con respaldo ruso empezaron el desmembramiento de Ucrania", agregaron los senadores.
Explicaron que escribieron la carta "con el objetivo de poner fin a la crisis en Ucrania y asegurar un exitoso Mundial 2018".
En respuesta a la carta, la portavoz de la FIFA Delia Fischer descartó la idea de que despojarle la sede a Rusia.
"La historia ha demostrado hasta ahora que los boicots deportivos o una política de aislamiento o confrontación no son los mejores mecanismos para resolver problemas", indicó Fisher en un correo electrónico enviado a la Associated Press. Albergar el Mundial, la portavoz añadió, sería un "fuerte catalizador de un dialogo constructivo entre los pueblos y gobiernos, permitiendo desarrollo social positivo".