Un difícil test enfrentará esta semana el nuevo ministro de Educación, Harald Beyer. A pocos días de haber asumido deberá sortear la primera votación en sala de una de las reformas más conflictivas de los últimos meses: el proyecto que impide aportes estatales a instituciones de enseñanza que persigan fines de lucro.

La iniciativa surgió de un grupo transversal de senadores en respuesta al movimiento estudiantil y llevacasi cuatro meses esperando ser debatida en el hemiciclo. Tras la presión de la Concertación, la reforma comenzó a ser discutida el 21 de diciembre. Pero por la recargada tabla de ese día -al menos siete senadores no alcanzaron a usar la palabra- se acordó continuar el debate este mes.

Según adelantó el presidente del Senado, Guido Girardi, la idea es retomar la discusión y votar la idea de legislar mañana, salvo que el gobierno obligue a cambiar la tabla mediante el manejo de urgencias.

La apuesta de la oposición es que luego de la votación en sala, el proyecto regrese a la Comisión de Educación para iniciar su discusión en particular.

La reforma preocupa al gobierno, que cree que un proyecto de esta naturaleza puede poner en riesgo la existencia de colegios particulares subvencionados y centros de formación técnica, que en la práctica pueden generar ganancias para sus dueños. En el Ejecutivo estiman que la iniciativa no afectaría a las universidades privadas, pues son instituciones sin fines de lucro.

El panorama legislativo no es favorable para La Moneda. El miércoles 21, la senadora Lily Pérez (RN) fue la única parlamentaria oficialista que tomó la palabra y reiteró su apoyo a la iniciativa. En esa postura también están los independientes Carlos Cantero y Carlos Bianchi, además de toda la oposición.

Entre quienes apoyan el proyecto existen matices, por lo que la discusión más fina quedará pospuesta hasta que se presenten indicaciones para perfilar el texto legal.

Escenario oficialista

Aunque el solo respaldo de la senadora RN es suficiente para sobrepasar el quórum de 22 votos y dar la primera luz verde al proyecto, dado el carácter de ley orgánica, existen otros legisladores oficialistas que apoyan la idea.

El senador Antonio Horvath (RN) ya anunció que aprobará la idea de legislar, aunque aclaró que pretende introducir ciertos cambios que dejen espacio a una ganancia legítima.

"Estamos por legislar respecto del lucro, entendida como ganancia indebida", comentó Horvath.

Lily Pérez señaló que esperaba sumar más votos dentro de su coalición. "Lo que nosotros queremos es terminar con el abuso de la ganancia. Me imagino que nadie puede estar en contra de eso".

Uno de los parlamentarios que ha sido contactado es el UDI Hernán Larraín, quien ha mantenido una actitud receptiva a las demandas estudiantiles.

Paralelamente a este debate, un equipo transversal de senadores, denominado el "Grupo de los siete", ha estado trabajando en la redacción más fina que debiera tener la reforma. Se trata de los senadores Pérez, Cantero y Bianchi, además de Jaime Quintana (PPD), Juan Pablo Letelier (PS) y los DC Ignacio Walker y Andrés Zaldívar.

Walker garantizó los votos de la DC para aprobar la idea de legislar el proyecto. En un matiz de lo que sostienen los senadores Pérez y Horvath, el presidente de la Democracia Cristiana cree que el criterio debe ser prohibir todo lucro con fondos del Fisco.

El ex timonel del Partido Socialista Camilo Escalona, quien es uno de los autores de la reforma, dijo estar abierto a estudiar eventuales indicaciones. Pero, a su juicio, la iniciativa primero se debe saltar la barrera de la votación en general en la sala.