Un ajuste en el sistema de distribución de recursos que rige para los senadores contempla la última resolución del Consejo de Asignaciones Parlamentarias, que debiera darse a conocer hoy en la cuenta de la sesión de la Cámara Alta.

La modificación, que ha desatado molestia entre los diputados, establece un aumento de cerca de dos millones de pesos en las asignaciones para "gastos operacionales" de los senadores.

El inminente aumento del fondo que financia todos los gastos de apoyo para la labor parlamentaria (arriendos de oficinas, telefonía, bencina, etc.) -y que lo llevará a subir de $ 5.450.000 a casi siete millones y medio de pesos- fue comentario obligado ayer en las distintas reuniones realizadas en el Congreso. Incluso, pese a que el incremento no se aplicará a diputados, el tema fue analizado en la reunión de comités de la Cámara Baja, después de la cual algunos diputados llegaron a acusar al Senado de actuar a espaldas del resto del Congreso.

Según informaron diversos parlamentarios, la medida fue adoptada por el Consejo de Asignaciones -un organismo autónomo presidido por el ex senador Sergio Páez-, tras reiteradas peticiones de todas las bancadas del Senado, que exigían un tratamiento distinto respecto de las asignaciones de la Cámara, en vista de que los senadores, por lo general, deben cubrir un territorio mucho más extenso que los diputados. Como ejemplo se mencionaba que algunas circunscripciones senatoriales están compuestas por ocho distritos, por lo tanto, "no era justo" que el senador de esa zona tuviera la misma cantidad de fondos para oficinas o combustibles que un diputado.

Este planteamiento del Senado no era nuevo. Desde que comenzó a operar el nuevo régimen de asignaciones parlamentarias -que emparejó criterios y fondos entre los dispares sistemas que tenían ambas ramas del Congreso- que el Senado pedía un aumento de recursos. El punto fue planteado sucesivamente en las distintas reuniones que se realizaron entre el Consejo de Asignaciones y la Comisión de Régimen Interno, organismo integrado por senadores de todos los partidos para estudiar medidas administrativas.

El año pasado, el Senado también abordó el tema con el Ministerio de Hacienda, al que se le pidió que considerara un aumento de recursos para asignaciones en la elaboración de la Ley de Presupuesto 2012, según confidenciaron parlamentarios. Una versión sostiene que finalmente Hacienda autorizó ese incremento, mientras que otras voces del Senado indican que no hubo un presupuesto mayor y que el aumento de dos millones de pesos para cada senador se logró con recortes internos y con redistribución de dineros.

Así, una vez aprobado el Presupuesto 2012, la Comisión de Régimen Interno pidió, en noviembre del año pasado, concretar el aumento en las asignaciones. Esta petición volvió a ser planteada a inicios de este año, por escrito, en un oficio firmado por el entonces presidente del Senado, Guido Giradi, en su calidad de titular de la Comisión de Régimen Interno. En esta instancia participaban, además, Jovino Novoa (UDI), Antonio Horvath (RN), Hosaín Sabag (DC), Jaime Quintana (PPD), Isabel Allende y Juan Pablo Letelier (PS). Sin embargo, a las reuniones de la comisión para discutir dicho tema se habrían sumado también otros parlamentarios, como Andrés Zaldívar (DC) y José García (RN).

En el Senado sostienen que los recursos nuevos estarán sometidos a un estricto control, en que cada gasto debe ser rendido con boleta o respaldado ante la administración de la Cámara Alta.

Estas asignaciones, en todo caso, no constituyen renta o remuneración -llamada dieta- del parlamentario y son dineros destinados exclusivamente para sustentar la labor parlamentaria.

A cargo de los gastos operacionales, que subirán a siete millones y medio de pesos, pueden ser girados fondos para viáticos, arriendos de sedes parlamentarias, papelería, pagos de servicios básicos, uso de vehículos (peajes, combustibles), difusión y actividades regionales.

A ese ítem se suman otras asignaciones diferenciadas para pasajes, asesorías legislativas y contratación de personal de apoyo, además de un fondo para el trabajo de cada bancada.

En total, las asignaciones del Senado, con el nuevo incremento, sumarán cerca de $ 15.500.000, además de cuatro pasajes aéreos, que deben ser usados dentro del mes, y otros seis, al año, que pueden ser usados libremente.

¿Qué es una asignación parlamentaria?

Son los fondos y recursos que dispone el Congreso al diputado o senador para ejercer su labor parlamentaria, por ejemplo, arrendar oficinas o contratar personal. Estos recursos no son parte de la remuneración o dieta del legislador.

¿Qué es y por qué se creó un Consejo de Asignaciones?

Tras detectarse casos de mal manejo de recursos fiscales se creó el Consejo de Asignaciones, órgano autónomo que determina el monto, la reajustabilidad y criterios de uso de los fondos para el ejercicio de la función parlamentaria.

¿Quiénes integran el consejo?

Está presidido por el ex senador Sergio Páez (DC) y lo integran el ex presidente del Banco Central Vittorio Corbo, el ex rector de la U. de Chile Luis Riveros, el ex diputado Andrés Egaña (UDI) y el ex director de Presupuestos Alberto Arenas (PS).

¿En qué se pueden gastar las asignaciones?

Las asignaciones para gastos operacionales -y que en el Senado se aumentarán en cerca de $ 2 millones- se otorgan para financiar el pago de arriendos de oficinas, viáticos, alimentación, servicios básicos como telefonía y gastos de transporte.

¿Cómo se fiscaliza el correcto uso del fondo?

Los recursos son fiscalizados por el Comité Auditoría Parlamentaria, que está formado por un grupo multidisciplinario de profesionales, entre ellos abogados y contadores. Su mecanismo es auditar aleatoriamente el correcto uso de los dineros públicos.