Esta mañana el director del Servicio Nacional de Menores, Rolando Melo, presentó una querella por parricidio frustrado en contra de una mujer que intentó envenenar a su hijo de cuatro años mientras éste permanecía internado sin un diagnóstico claro en el Hospital Metropolitano.
La autoridad acudió al 8° Juzgado de Garantía de Santiago, ubicado en el Centro de Justicia, para interponer el líbelo en contra de Lorena del Carmen Espinosa Cáceres, de 30 años. La mujer habría inyectado el medicamento Tramadol a su hijo de cuatro años través del suero de alimentación, lo que fue descubierto por los médicos del recinto y que permitió estabilizarlo.
"Hemos presentado una querella por el delito de parricidio frustrado en contra de una madre que incorporó un anestésico a su hijo mientras éste se encontraba hospitalizado. No tenemos antecedentes psiquiátricos respecto de la mujer, lo cierto es que no hay dos opiniones en el sentido de que ella intentó causarle la muerte al niño y que gracias a los funcionarios del hospital no falleció. Por dicha razón estamos deduciendo esta acción legal", señaló Melo.
La indagación de la Fiscalía logró que la mujer reconociera el hecho -que lo atribuyó a evitarle dolor al niño-, razón por la cual fue formalizada minutos más tarde en la sala de audiencia del mismo tribunal, que decretó su prisión preventiva y un plazo de investigación de 3 meses.
Los hechos ocurrieron en marzo de 2011, luego de que el niño ingresara con síndrome convulsivo al Hospital Metropolitano, sin que se observara una respuesta positiva al tratamiento que se le aplicó. Tras dos semanas interno en el recinto hospitalario, los médicos detectaron que el contenido del suplemento alimenticio que se le administraba por vía venosa estaba alterado, lo que originó una investigación que determinó que contenía un potente analgésico oncológico, que no había sido prescrito y cuya suministración está prohibida a menores de 12 años.
El Tribunal de Familia, por su parte, determinó la prohibición a Lorena Espinosa de acercarse al niño, además de entregar la custodia de sus otros dos hijos al padre de éstos. La querellada ya había perdido a un hijo lactante de seis meses en 2009, el que falleció en el Hospital Félix Bulnes en circunstancias que no pudieron ser clarificadas.