El 12 de febrero de 2008, el robo que una banda perpetró en un frigorífico de Quilicura terminó con el asesinato de dos carabineros de la 49 Comisaría. Tras 2 años y ocho meses, el 2° Juzgado Militar dictó sentencia, declarando a Felipe Mendoza Rojas (28) culpable de doble homicidio simple a carabineros de servicio.

El sujeto deberá pasar 43 años en prisión: recibió 20 años por matar al cabo 2° Job Isaías Burgos Burgos (quien tenía 30 años), 20 años por el homicidio del cabo 1° Carlos Patricio Cuevas Golmo (36) y otros tres por el hurto de material de guerra. Permanece detenido en la Cárcel de Alta Seguridad, y además pesa sobre él una condena anterior por tenencia de arma prohibida.

A las 23.30 horas de ese día, junto a Ramón Córdova Olave (36) huyeron por la parte trasera del inmueble de calle Las Garzas al ser alertados de la llegada de la policía. Fueron perseguidos por sus víctimas por Avenida Cordillera, hasta que en calle Volcán Villarica doblaron al sur para esconderse de los efectivos. Mendoza realizó 15 disparos con un pistola 9 mm., abatió de esa forma a Cuevas -quien había bajado de la patrulla – y le sustrajo su arma de servicio calibre 38, con la cual baleó por la espalda a Burgos, mientras éste recargaba su pistola.

Córdova, quien fue declarado culpable como co-autor del doble homicidio (disparó cuatro veces un arma calibre 45) también estará preso 43 años por las mismas causas, y al igual que Mendoza, no tendría la posibilidad de optar a beneficios carcelarios. En tanto, José Antonio Muñoz Vilches, al cual también se le investigaba su participación como co-autor del homicidio, fue absuelto por esa arista. La causa se encuentra actualmente en etapa de plenario en la Corte y se revisan las apelaciones correspondientes.

Tras el hecho hubo gran conmoción pública, considerando que estaba antecedido por las muertes, también a manos de la delincuencia, de los cabos Luis Moyano y Cristián Vera.

"Fue un caso resuelto rápidamente, que prácticamente se terminó en un mes gracias al trabajo de la V Fiscalía Militar, donde se descubrió la culpabilidad de la banda", dijo Pedro Rossel, el fiscal (s) que lideró la investigación. Según dijo el abogado a La Tercera, tras un año del crimen, "lo más destacable fue la labor que hicieron todos los organismos policiales. Tanto el departamento OS-9 de Carabineros de Chile, el Laboratorio de Criminalística, la Policía de Investigaciones y, quienes se portaron excelentemente bien, además fueron los medios de comunicación, que le dieron la importancia y la cobertura que el caso ameritaba".

ENCUBRIDORES CON PENA REMITIDA
Felipe Mendoza, Ramón Córdova y Felipe Múñoz no actuaron solos. Junto a Alejandro Salas Munita, Carlos Muñoz Pavez y Erwin Rodríguez planearon el robo al frigorífico de la empresa Trendy (habían logrado robar más de $ 11 millones), hecho por el cual ya fueron condenados.

Además, quienes se vieron involucrados en el homicidio de los policías fueron encubiertos por una red de ayudistas: Alvaro Urrutia Orellana y René Aravena González protegieron a Felipe Mendoza Rojas, mientras que Mirta Cerna Sáez,  Alejandra Duque y Miguel Angel Olguin Ruz colaboraron con Ramón Córdova Olave, líder de la agrupación y quien fue el último en ser detenido tras más de un mes.

Estos encubridores fueron condenados a cinco años y un día de cárcel, pero tras apelar recibieron seis años de libertad vigilada, por lo que deben firmar en Gendarmería.