Los rebeldes con respaldo ruso en el este de Ucrania dijeron el martes haber comenzado una retirada a gran escala de las armas pesadas para cumplir con un plan internacional de paz que establece una amplia zona neutral entre la artillería de los separatistas y la de las fuerzas ucranianas.
No fue posible confirmar de inmediato el anuncio realizado por Eduard Basurin, un destacado comandante rebelde. Michael Bociurkiw, portavoz de la misión de observadores que supervisa el conflicto en el este de Ucrania, dijo que no podría hacer comentarios sobre el tema hasta recibir los informes de los observadores al final del día.
El plan de paz firmado el 15 de febrero pide que se retiren las armas pesadas del frente en ambos bandos entre 25 y 70 kilómetros, en función de su calibre.
Un sitio web rebelde citó a Basurin diciendo que el martes se trasladarían unos 100 obuses de 122mm.
No hubo declaraciones en un primer momento del bando ucraniano, pero mandos militares dijeron esta semana que no retirarían sus armas hasta que el alto el fuego se respetara por completo.
El teniente coronel Antaoliy Stelmaj, portavoz militar ucraniano, dijo el martes que los rebeldes habían atacado la localidad de Popasna en siete ocasiones y lanzado una ronde de proyectiles contra el pueblo de Luhanske.
Stelmaj también dijo que los rebeldes habían intentado asaltar posiciones ucranianas cerca de Shyrokyne, un pueblo al sur del país que está cerca del estratégico puerto de Mariupol, en el mar de Azov.
Sigue preocupando que los rebeldes intenten tomar Mariupol para ayudar a establecer una conexión por tierra entre la Rusia continental y la península de Crimea, anexionada por Rusia en marzo.