La Secretaría Regional Metropolitana (Seremi) de Salud ha realizado hasta la fecha más de 1.500 fiscalizaciones, especialmente a carnicerías, fondas y restaurantes, lo que ha dado origen a 140 sumarios sanitarios.
Las inspecciones, efectuadas en el marco del programa especial de vigilancia durante este período, tienen como objetivo de que los alimentos consumidos durante estas festividades no constituyan un riesgo para la salud de las personas.
"El propósito de las fiscalizaciones es evitar riesgos Enfermedades de Transmisión Alimentaria (ETA) y para eso lo importante es que los productos en mal estado no lleguen al consumidor", expresó el Seremi de Salud doctor Jorge Szot.
Las fiscalizaciones se iniciaron a mediados de agosto, siendo inspeccionado un total de 800 fondas y ramadas con 7 sumarios; y 413 carnicerías, en las que han sido sumariadas 81 de éstas.
En cuanto a fábricas de empanadas, 63 ya fueron fiscalizadas, de las cuáles dos recibieron prohibición de funcionamiento, y hubo 9 sumarios sanitarios. También los restaurantes han estado bajo el control de la Seremi, 28 de los cuales han resultado con sumario, de un total de 96 locales inspeccionados.
Las principales causas de los sumarios son almacenamiento en los refrigeradores de productos cocidos junto a los crudos, produciendo contaminación cruzada; basura en áreas de materias primas donde se preparan los alimentos; mesones de elaboración de comida sucios y en mal estado; lavamanos sin jabón y sin sistema de secado, entre otras deficiencias.
Las inspecciones continuarán realizándose durante todos los días festivos. En aquellos lugares donde no se encuentren condiciones de higiene adecuadas, se los fiscalizará nuevamente para chequear si están cumpliendo con las exigencias señaladas por la Autoridad Sanitaria.
Entre las recomendaciones para los encargados de los negocios figuran lavarse bien las manos con agua y jabón antes de preparar los alimentos, y después del baño; al cocinar, usar utensilios y superficies siempre limpias. Cuando ocupe un utensilio para un alimento cocido, lávelo antes de ocuparlo en un producto que esté ya cocido.
No mezclar alimentos cocidos con productos crudos al almacenarlos en el refrigerador; conservar los alimentos siempre refrigerados y una vez descongelados, no vuelva a congelarlos; consumir las carnes bien cocidas; leer las etiquetas de los alimentos, donde se indica procedencia, fecha de vencimiento y autorización sanitaria.
La carne se debe moler en presencia del consumidor. Para los consumidores, en el caso de la carne molida esté envasada, hay que fijarse en la fecha de vencimiento y color.