La estadística era clara: en nueve enfrentamientos, Serena Williams había derrotado ocho veces a Caroline Wozniacki. La tenista norteamericana llegaba al duelo decisivo del US Open como la gran favorita para volver a quedarse con el título que ya había conseguido en cinco ocasiones (1998; 2002; 2008; 2012 y 2013).

La número uno del mundo respondió a la espectativa y venció a la undécima de la WTA en dos sets.

En la primera manga, la estadounidense se impuso cómodamente por 6-3 en 40 minutos de juego. En el segundo set, la danesa no pudo reaccionar y terminó cediendo por 6-3 en 35 minutos.

De esta forma, Williams consiguió su sexto título en el Abierto de Estados Unidos, tercero consecutivo, y se convirtió en la tercera tenista más ganadora de este certamen, detrás de Molla Bjurstedt (8) y Helen Wills (7). Al mismo tiempo, la deportista sumó la corona 63 en su exitosa carrera.