Apenas Sergi Roberto convirtió el gol que le dio la clasificación al Barcelona, tras golear por 6-1 al PSG, en el Nou Camp se desató la locura. Y no era para menos. El equipo de Luis Enrique acababa de revertir una serie complejísima ante uno de los equipos que más ha invertido en el  último tiempo para entreverarse entre los clubes más importantes de Europa.

El volante, producto de las generosas canteras del club catalán, no escondió su emoción. En la cancha lo abrazaron todos. E incluso después, mientras ofrecía sus primeras declaraciones, no paró de recibir aplausos y vítores. "Me he tirado con todo. No se sé si estaba en línea o no. He visto que el portero no la ha parado y salí corriendo a celebrar", analizó respecto de la jugada que lo inscribirá en la historia.

Después, reconoció la dificultad que representaba el encuentro ante el equipo galo. "Era muy complicado, sobre todo después del gol de Cavani. Todo el equipo ha hecho un partido muy bueno. En París estábamos muy jodidos, pero sabíamos que podíamos revertirlo. Este equipo está hecho para esto", manifestó.

También destacó el respaldo del público. "La afición fue un jugador más", concluyó.