La mañana del pasado miércoles, el Ministerio de Obras Públicas anunciaba la creación del Consejo Asesor de Financiamiento de Infraestructura Pública, encargado de proponer alternativas para atraer recursos para el desarrollo de nueva infraestructura para el país. El mismo día, en Icare, el ex Presidente Ricardo Lagos acusaba una falta de decisión política para avanzar en materia de infraestructura pública desde 2006 a la fecha.
Con ambos episodios, Sergio Bitar tenía algún tipo de relación: es uno de los integrantes del consejo y fue ministro de Obras Públicas durante el primer mandato de Michelle Bachelet.
Como ex ministro de Obras Públicas, ¿cómo toma las críticas del ex Presidente Lagos?
Hay que tomarlo como una mirada de largo plazo. Qué es lo fundamental que yo rescato: es una voz de la Nueva Mayoría que apoya al gobierno de la Presidenta Bachelet, pero también que hay que dar confianza al sector privado, porque hay que reforzar la capacidad productiva, especialmente en el sector de concesiones, donde él ha tenido un rol tan importante.
¿Y lo de los ocho años perdidos?
Poner a los dos gobiernos juntos (el primero de Bachelet y el de Piñera) en materia de infraestructura, por cierto que no coincido. Alcanzamos el más alto nivel de concesiones adjudicadas en 2009 y en licitaciones desde el año 93, pasando los períodos más altos, no la inversión, pero sí la adjudicación de obras. En ese sentido, creo que hay una diferencia entre los dos, que no se pueden meter en el mismo saco. Pero creo que eso es absolutamente secundario y el punto principal es que nos falta una visión estratégica de largo alcance en materia de infraestructura.
¿En qué aportan esas críticas?
Esto tiene efectos relevantes sobre las discusiones que todavía tenemos pendientes. No todos van a coincidir con él, pero hay una discusión que siempre se tiene que desplegar. Aquí está planteado un tema de distinto nivel, y es que Chile está en condiciones de dar un salto, siempre y cuando haya una estrategia nacional, una visión de largo plazo, la creación de instituciones que trabajen en esa dirección y la confluencia de voluntades políticas de los que están en el gobierno, pero también de todos los actores que influyen en el proceso.
Ustedes son muy cercanos. ¿Habían conversado antes esto?
Siempre hemos estado conversando esta materia. La preocupación es que Chile reponga una mirada de largo plazo, entienda los desafíos mundiales y no se mire solamente lo local. Ahí hay transformaciones fundamentales que están aconteciendo y no estamos viéndolo en Chile.
¿Dolieron la comparación y la crítica que apuntaron a su gestión?
Por las aclaraciones que he hecho, yo hago una diferencia. No estoy de acuerdo con esa interpretación, no es lo mismo, pero mirado en términos de la perspectiva hacia adelante, y en las demás materias, sí tenemos amplia coincidencia y también en que la Presidenta ha dado los primeros pasos, y esto puede ayudar a acelerar.
En materia de concesiones hospitalarias, ¿cómo ve la situación?
Nosotros debiéramos corregir lo que no está bien, no desecharlo como opción de financiamiento. Yo prefiero un Estado fuerte, que es capaz de regular, corregir las cosas que no están bien y cumplir las cosas que se están diciendo.
Sin financiamiento público-privado, ¿se podrá cumplir con el programa de infraestructura hospitalaria?
Construir 20 hospitales y dejar diseñados otros 20, si usted le suma lo que tiene que hacer en materia de personal calificado en los hospitales, que hoy es la falla principal, no alcanza.
¿Fue un error retirar la adjudicación del Sótero del Río?
Creo que fue una decisión apresurada, que ha provocado efectos posteriores. Pero la primera idea a la que se llegó fue "No a las concesiones", y esa discusión está planteada en el gobierno de la Nueva Mayoría. Hay que dar más información, y si hay cosas malas, hay que corregirlas. A veces tengo la sensación de que hay oposiciones más bien utópicas y nosotros tenemos que saber combinar las dos cosas: nuevo rumbo con resultados de eficacia.
Sobre el Consejo Asesor de Financiamiento, ¿cuál es el objetivo?
Se trata de analizar cómo dar un nuevo impulso a las concesiones en Chile, cómo obtener financiamiento nuevo, en qué áreas nuevas se puede actuar, qué materias se deben corregir de aquellas que han generado algunas preocupaciones, y cómo, además, dar una explicación a la ciudadanía sobre cuáles son sus ventajas y disipar las dudas sobre sus desventajas. La experiencia nos ha demostrado que esto nos ayuda, que la infraestructura tiene que apurarse y ampliarse.
¿Han visto algunas propuestas?
Hemos visto la posibilidad de que las AFP puedan destinar más recursos en bonos a las inversiones en infraestructura del sector concesionario, y eso da garantías de una rentabilidad mejor y más segura de la que se está teniendo a nivel internacional y a largo plazo. Así, usamos las propias platas de los chilenos para invertir en infraestructura chilena, generar más competitividad y desarrollarnos más.