Sergio Fajardo ha sido profesor de matemáticas, alcalde de la ciudad de Medellín y gobernador del departamento de Antioquia. El próximo cargo que quiere ocupar es el de Presidente de Colombia. En 2010 aspiró a la Casa de Nariño como candidato a vicepresidente de Antanas Mockus, del Partido Verde, que fue vencido por Juan Manuel Santos en segunda vuelta. A un año de las primeras elecciones presidenciales en medio siglo, que se celebrarán sin la amenaza armada de la guerrilla de las Farc, Fajardo, de 60 años, habla en entrevista con la agencia DPA del nuevo escenario político y de los retos que se abren.
Usted está hablando mucho en esta precampaña de la necesidad de la implementación de los acuerdos de paz con las Farc.
Nuestro proyecto político es que se cumplan los acuerdos para avanzar a otra parte. Algunas personas han sugerido que se junten los candidatos que están a favor de los acuerdos. No tiene sentido, porque mantienen el país dividido. No nos podemos quedar en la misma página continuamente.
¿Cuál es ahora mismo para usted el mayor problema para la implementación de los acuerdos?
Los primeros pasos han sido frágiles y en medio de esa fragilidad se hace más difícil que la sociedad vaya adquiriendo conciencia plena del valor de los acuerdos. En Colombia no se hizo una pedagogía mientras se estaban construyendo los acuerdos y no se está haciendo una pedagogía para explicar al país su importancia y lo que significan. Eso los hace más susceptibles a las críticas de quienes no están de acuerdo. Estamos en un problema que tiene que conducir el gobierno nacional y le quedan 15 meses. El Presidente Juan Manuel Santos tiene la mayor responsabilidad de reorientar las dificultades.
Las Farc entran en política en virtud de esos acuerdos. ¿Para cuándo cree usted que la sociedad colombiana estaría preparada para ver a un ministro de las Farc?
Las Farc tienen que ganarse la confianza de la ciudadanía. Les falta mucho camino por recorrer en la política para demostrar que están a la altura de lo que fueron los acuerdos. Ese es el reto que tienen: demostrar que se saben desempeñar en la democracia. Ojalá sea así. De eso se trata el proceso. Pero antes de pensar que están en condiciones de conducir la sociedad tienen que demostrar de qué están hechos en términos políticos.
Usted no es ahora mismo ninguno de los precandidatos que lideran las encuestas de cara a las elecciones presidenciales. ¿Qué opciones tiene?
Creo que hay una gran oportunidad ahora para personas y movimientos que hemos estado por fuera de la estructura tradicional. Con el Presidente Santos terminamos un ciclo de 16 años, porque Santos viene del gobierno de Alvaro Uribe. Ese esquema se agotó y hay una oportunidad gigantesca en Colombia para una alternativa diferente. Si seremos capaces de unirnos, quiénes nos uniríamos, bajo qué circunstancias, es el capítulo que está por verse. Pero de que hay un agotamiento tangible de la política tradicional en Colombia no tengo la menor duda.