Dos horas y media. Ese es el tiempo que el actor chileno Sergio Hernández demora en convertirse en el Sumo Pontífice, a quien interpreta en la película Llámenme Francisco, que se rueda por estos días en Italia.
Durante esos 150 minutos, Hernández es maquillado para parecerse lo más posible al primer Papa argentino y latinoamericano, para la cinta escrita y dirigida por el italiano Daniele Luchetti. Un proyecto biográfico que tiene al argentino Rodrigo de la Serna (Diarios de motocicleta) representando, en sus años de juventud, al sacerdote jesuita nacido bajo el nombre Jorge Bergoglio el 17 de diciembre de 1936. Hernández, por su parte, encarna al pontífice en su etapa adulta.
Si bien las primeras escenas que grabó el actor de Gloria en Buenos Aires -que muestran el episodio en que Bergoglio se convierte en Obispo de la capital argentina tras la muerte de su antecesor en 1998- se rodaron a principios de febrero, el actor comenzó su preparación mucho antes. De hecho, las pruebas de vestuario se hicieron a fines del año pasado.
Tras permanecer todo febrero en la capital trasandina, a principios de marzo Hernández se trasladó a Europa para continuar el rodaje de la cinta. El destino fue Turín, la ciudad del norte de Italia donde el actor se quedó hasta que se retomaron las grabaciones, recién el pasado martes 24.
"Mi trabajo para interpretar a Jorge Bergoglio y a Francisco es un tremendo desafío y un tremendo honor. En este momento estoy abocado a realmente entrar a este estado, para poder proyectar este espíritu", cuenta Sergio Hernández a La Tercera, desde Europa, donde está acompañado por su esposa.
Aunque durante los últimos días el chileno no ha debido ser parte de las grabaciones -pues el equipo ha estado en Alemania registrando las escenas donde De la Serna recrea la vida de Bergoglio en ese país-, el actor se ha mantenido ocupado: el 28 de marzo llegó a Roma, ciudad donde ha tenido más pruebas de vestuario, actividades de prensa e incluso visitas a la embajada de Chile en la capital italiana, ciudad en la que se retomará el rodaje tras Semana Santa y en la que debería permanecer hasta mediados de mayo.
"Me siento como premiado, siento que esto es un regalo mayor", comenta el actor desde Roma. "Estoy muy agradecido y espero estar a la altura, y que cuando se estrene la película pueda proyectarse el trabajo que estoy haciendo, para poder traspasar valores que espero tengan que ver con lo que el Papa está intentado llevar adelante y que, espero, sean para vivir mejor", agrega.