"Soy un 10 goleador". De esta manera se describe Sergio Jadue como jugador de pichangas. Esas que jugaba ayer, cuando era un niño de La Calera, y también hoy, como presidente de la Asociación Nacional de Fútbol Profesional, donde de todas formas se hace el tiempo para vestirse de corto. Días antes de recibir a La Tercera en su oficina, de hecho, jugó el último 'picado' con funcionarios de Quilín. "Mi equipo ganó 4-1 y yo hice tres goles", sentencia con orgullo.
En medio de los últimos preparativos para ir al Mundial, la negociación de los premios de la Selección, las dudas por la continuidad de Sampaoli, la Copa América 2015 y su nueva relación con Estadio Seguro (temas que también se tocan en este diálogo), Jadue acepta sacarse la corbata y dejar su rol de dirigente.
¿Recuerda su primera vez en el Estadio?
La verdad no recuerdo un partido, era muy chico. Pero sí tengo claro dónde y con quién estaba. Eso es imborrable. Tenía cinco años y el que me llevó fue mi abuelo, José Jadue (Nota de la R: falleció cuando Sergio tenía nueve años). A partir de ahí, mi abuelo, presidente y fundador del club, me llevaba a todos los partidos de Unión La Calera.
Es decir que siempre se sentó en el palco de los dirigentes...
No siempre... Pero sí es verdad es que siempre vi el fútbol desde el lado de los dirigentes.
¿Cómo es eso?
Mi abuelo me enseñó desde niño a entender el fútbol. Me enseñó a observar la cancha, a comprender tácticas, a observar técnicos y jugadores con detención.
Lo formó como dirigente...
Hoy existen dos clases de dirigentes. Uno es el que se va formando de generación en generación, el que creció en su casa viendo a sus abuelos o sus padres haciendo de dirigentes. El otro es el dirigente que ha tenido éxitos empresariales, y que quiere llevar ese éxito a un club en el cual ha invertido.
Empresarios suena a S.A. ¿Usted prefiere a los formados en casa?
Ninguno es mejor que otro. Ahora, yo me considero de los primeros. En cualquier caso, un dirigente se va formando en el camino, con el éxito y el fracaso. Me gusta el dirigente que se forma en las series menores, como el futbolista. Esos que parten como directivo de las series menores y desde ahí van aprendiendo. Fue mi caso en Unión La Calera.
Volvamos a la cancha... ¿Su ídolo futbolístico?
Mi primer ídolo... no tengo dudas: Elías Figueroa. Crecí escuchando sobre su leyenda y su paso por La Calera. Fue en la Calera donde le pusieron 'Don Elías' y recién tenía 17 años. Después vinieron todos sus logros deportivos, ser el mejor de América, campeón en Uruguay, Brasil, llegar a Estados Unidos, jugar tres Mundiales. Fue mi ídolo de niño.
Pero nunca lo vio jugar...
No, pero su leyenda es enorme. Ahora, ya más joven, mi primer ídolo que sí vi jugar fue Iván Zamorano. Seguí toda su carrera, especialmente cuando jugó en Real Madrid. Yo era adolescente y para mí eran sagrados sus partidos por televisión los fines de semana. Verlo en el Real Madrid, triunfar en un equipo con esa tradición... llegar a la cúspide mundial del fútbol. Su carrera fue extraordinaria.
¿Zamorano o Figueroa?
Al único partido de despedida que he ido como hincha es al de Zamorano, cuando Chile le ganó a Francia 2-1. Viajé desde Viña del Mar a Santiago. Pagué mi entrada, en tribuna, para ver su adiós de la Selección. En el estadio lloré cuando se retiró Zamorano de la Selección. Hay otros futbolistas que superan sus cualidades futbolísticas, pero la trascendencia de Zamorano fue demasiada. Para mí, lo máximo.
¿Cuál es la posición más importante dentro de una oncena?
El arquero. Esto me lo enseñaron como dirigente, pero desde chico: El primer refuerzo siempre debe ser un buen arquero. Son clave, porque tienen una mirada distinta de la cancha. Lo ven todo.
¿Defensa o ataque?
Lo más importante es el equilibrio. Un equipo defensivo luce menos, pero siempre será respetado. Y si un equipo tiene un ataque destacado, puede encantar a todos, pero si no defiende bien, difícilmente logrará un objetivo. El equilibrio, lo más importante es el equilibrio.
¿Se atreve a armar su selección histórica? Titulares y reservas...
¡Ufff! Difícil. De que me atrevo, me atrevo, pero no quiero dejar a nadie afuera. A ver... Livingstone, Figueroa, Quintano... voy a parar un 3-3-1-3. Ehhh... mejor dame un papel, para dibujarlo (ver fotografía y explicación).
MUNDIAL Y COPA AMÉRICA
Quedan 11 días para pitazo inicial de Brasil 2014. Y faltan 12 para el estreno de Chile en el Grupo B, ante Australia. Jadue parte junto con la Selección, este jueves.
¿Sus expectativas son altas o prefiere aterrizarlas?
Chile tiene un grupo complejo, con los últimos finalistas de la Copa del Mundo (España y Holanda). La meta es pasar de ronda y llegar lo más alto, pero quedaría contento con que se ratifique en el Mundial el gran trabajo que ha hecho esta Selección. Que Chile deje una muy buena imagen por su fútbol.
¿Suena conformista?
A ver... tenemos una gran Selección, muy buenos jugadores y un excelente cuerpo técnico. Podemos pararnos ante cualquiera. Por eso la aspiración de llegar a lo más arriba.
¿Le complica que Sampaoli haya puesto como su fecha de partida la Copa América 2015? Su contrato es hasta el fin de las Eliminatorias para Rusia 2018...
Los contratos en el fútbol no tienen fecha de término. Es sólo formalidad. ¿Me puede decir con certeza cuándo terminará el contrato de un jugador? Lo que sí le digo con absoluta seguridad es que Sampaoli no se va después del Mundial, aunque seamos campeones del Mundo. El dirigirá a Chile en la Copa América.
¿Si Chile hace un gran Mundial, posiblemente lo buscarán?
Es muy posible, pero tenemos un compromiso y confío en su palabra, por como es como técnico y por su calidad de persona.
A propósito de la Copa América en Chile ¿Cuál es el objetivo de la Roja como local?
El único objetivo posible es ser campeones de la Copa América. No hay otra meta. No se piensa en otra idea. Ahora, un fracaso rotundo sería no pasar la primera ronda.
¿Y en el plano organizacional?
Obviamente, hacer la mejor Copa América de la historia. Se invertirán nueve millones de dólares en su organización. Nuestros cálculos es que 7,5 millones se pagarán con el borderó.
¿Qué promedio de público lo deja conforme?
Todos los partidos a estadio lleno. Y si le digo todos, digo todos.