Esta noche finaliza Generaciones cruzadas, el reality de Canal 13 que ha debido enfrentar un bajo rating -desde el 4 de marzo a la fecha promedia 10,2 puntos- y cuestionamientos varios, como su casting y la hora de emisión.

Sergio Nakasone, productor ejecutivo del espacio de telerrealidad que conducen Sergio Lagos y Dominique Gallego, habló con La Tercera sobre el último capítulo, que se realizará en Lonquén, del género, la audiencia y más.

¿Será una final a lo grande, como se acostumbra con los reality?

La final estará a la altura de las circunstancias. Sin embargo, no puedo hacer una final como la que hicimos con Mundos opuestos 1, porque la realidad de ambos programas es muy distinta. La repercusión de Generaciones cruzadas no fue tanta y eso incide en la ceremonia final y en el presupuesto.

¿En qué cree que radicó esa baja repercusión?

Si algo no funcionó fue algo macro y la estructura global del programa, y no los ingredientes que nosotros pusimos adentro. Tal vez presentamos un producto que la gente en esta época del año no quería consumir.

¿Cómo saber qué es lo que quiere consumir la gente?

Al finalizar Mundos opuestos 1, el 2012, dije que era el momento para darle un descanso a los realities, pero es difícil tomar esa decisión cuando uno está en la cresta de la ola. Creo que a los géneros hay que dejarlos descansar antes de que empiece la curva descendente. Ahora, por ejemplo, hay que dejar de hacer realities y ver si la gente los echa de menos. Todo es cíclico y todo tiene que ver con las modas.

¿Habrá sido el casting uno de los factores culpables?

Nosotros estamos súper conformes con el casting que hicimos y también estamos felices con el programa, porque todo se dio acorde con lo esperado. Obviamente, reconocemos que el programa no conectó con el público, pero eso tuvo que ver más con un desgaste del género que con el asunto intrínseco del reality. Si Generaciones cruzadas lo hubiésemos hecho antes de Mundos opuestos 1, no dudo que habría sido un fenómeno de audiencia.

¿Cómo enfrentó el equipo el bajo rating?

Una de las cosas positivas que saco de todo esto es mi equipo, porque siempre todos fueron muy aperrados y pelearon el rating décima a décima. Los grandes equipos se arman en los fracasos. Mundos opuestos y Año cero fueron un éxito, pero se gestaron en el fracaso de El hormiguero. Al reality le fue mal, pero no fue un fracaso. Generaciones cruzadas cumplió con el tiempo estipulado y comercialmente tuvo un equilibrio. Fracaso es cuando te levantan del aire y terminas de forma abrupta.

¿Es su peor reality?

No lo es. Si yo sintiera que el programa es pésimo, no se entienden las historias, está mal editado y los participantes no son verdaderos, sí, pero no es el caso. Creo que La granja vip fue malo, sus historias no eran buenas y la historia era fome.

En un momento dijo que no quería hacer más realities...

Siento que mi equipo y yo estamos para más cosas que para hacer un reality, aunque hacerlo es muy emocionante. Pasa que llevamos 11 años en esto y es bueno diversificar un poco y por eso ya estamos trabajando en más de un proyecto para los próximos meses.

¿En el canal le sugirieron terminar antes el reality?

En estos tres meses de programa el apoyo del canal fue increíble y eso que se cambió de director ejecutivo tres veces. Tanto David Belmar, como Rodrigo Terré y como ahora Luis Hernán Browne nos mimaron como si estuviéramos marcando 40 puntos.