El subsidio sin proyecto fue una modalidad del Fondo Solidario de Elección de Vivienda que, entre 2012 y marzo de 2014, entregó el beneficio a más de 35 mil familias en todo Chile, que no necesitaban un proyecto habitacional en marcha o un terreno identificado para adjudicarse la ayuda.
Sin embargo, a la fecha existen más de 13 mil de estas familias, sólo en la Región Metropolitana, que aún no logran encontrar una solución de vivienda con este subsidio, que alcanza un máximo de 800 UF.
Por eso, el Serviu Metropolitano elaboró un catastro de terrenos disponibles en la región, que serán destinados, en su mayoría, a la construcción de proyectos sociales para este grupo. "El mercado no genera proyectos de vivienda social", explica el director del Serviu Metropolitano, Alberto Pizarro. "Entonces salimos a buscar y comprar terrenos a privados, y también identificamos suelos de distintas entidades públicas en sectores urbanos con aptitud habitacional, y que no tienen destino concreto en sus reparticiones". agrega.
Así, el Servicio localizó un total de 37 terrenos ubicados en distintas comunas consolidadas del Gran Santiago, que en total suman 120 hectáreas, cuya propiedad se reparte entre el mismo Serviu y otros organismos del Estado como el Ministerio de Bienes Nacionales, municipios y propietarios privados. Aquí se proyecta dar cabida a estas 13 mil familias con subsidios sin proyectos, además de unas 4 mil nuevas habilitadas para postular a estas ayudas (ver infografía).
Entre estos se encuentran lugares emblemáticos como los terrenos de la Maestranza de Ferrocarriles San Eugenio, en Estación Central; distintas áreas de La Florida, un paño de 830 metros cuadrados en Santiago Centro y el sector de Antupirén alto, en Peñalolén, donde los vecinos se han opuesto con anterioridad a proyectos de este tipo.
Fuera del Gran Santiago también se destinarán espacios en Colina, Lampa, Tiltil y Talgante, que suman otras 30 hectáreas a la iniciativa.
"Nuestra intención es dar solución a las familias de las mismas comunas para evitar que tengan que trasladarse a lugares periféricos perdiendo sus redes sociales", añade el director del Serviu. La adquisición de estos terrenos ha significado para el Servicio una inversión directa de $ 24 mil millones.
Para el ex subsecretario de Vivienda, Francisco Irarrázaval, ésta es "una buena iniciativa", no obstante cuestiona la capacidad del Serviu de generar nuevas viviendas. "Solo 13 mil familias me parece un número bajo. El Serviu de la RM debería ejecutar más de 20 mil nuevas casas al año. Creo que los Serviu tienen mayor capacidad y se demostró con la reconstrucción tras el 27/F", dice.
Condiciones de barrios
A los ediles de las comunas donde se emplazarán estos proyectos les preocupa la integración de estos nuevos barrios. Como afirma el alcalde de La Florida, Rodolfo Carter, "esperamos que vengan con las condiciones de habitabilidad digna, porque proyectos muy densos y sin espacios públicos terminan convirtiéndose en guetos luego de 10 años".
"El Minvu debe velar porque estos proyectos mantengan el nivel de estas áreas consolidadas. Ya lo hemos hecho con otras viviendas sociales en la comuna en una integración armónica", agrega Felipe Guevara, edil de Lo Barnechea.
Para el presidente del Consejo de Desarrollo Urbano, Luis Eduardo Bresciani es importante también "la participación directa de los beneficiarios en el desarrollo de esos proyectos. Todas las familias tienen distintas necesidades que satisfacer".
Desde el ámbito académico, el urbanista de la UDP, Genaro Cuadros, pone énfasis en "la necesidad de mejorar los subsidios" ante el encarecimiento del suelo urbano. También, explica se debe "regular un aumento del estándar de la materialidad de la construcción para no tener nuevos casos como las bulladas casas Copeva".