La presidenta de Corea del Sur, Park Geun-hye, amenazó a Corea del Norte con "duras represalias" en caso de una agresión, días después de que el régimen de Kim Jong-un realizara su primer ensayo de un misil balístico lanzado desde un submarino.
Park se reunió hoy en Seúl con las máximas autoridades de seguridad del Gobierno, a las que instó a mantener un fuerte poder de disuasión en cooperación con EEUU para prevenir y responder a posibles "provocaciones" de Corea del Norte, según sus comentarios divulgados por la Casa Azul de presidencia.
La jefa del Estado remarcó que el ensayo de un misil submarino de Pyongyang el pasado fin de semana supone un "serio desafío que pone en peligro la estabilidad en la península de Corea y en el noreste de Asia", lo que refleja la fuerte preocupación que existe en Seúl acerca del nuevo avance militar norcoreano.
También recordó que varias resoluciones de la ONU prohíben a Corea del Norte llevar a cabo cualquier actividad relacionada con misiles balísticos, aunque no especificó si su Gobierno solicitará nuevas acciones punitivas al Consejo de Seguridad.
El régimen de Kim Jong-un anunció el sábado en sus medios estatales que logró lanzar "con éxito" a la superficie su primer misil desde un submarino.
El asunto ocupará parte de la agenda de la reunión que mantendrán el próximo lunes 18 en Seúl el secretario de Estado de EEUU, John Kerry, y el ministro de Exteriores de Corea del Sur, Yun Byung-se, informó hoy un portavoz de la cancillería de Seúl.
En rueda de prensa, el representante de Exteriores adelantó que ambos mantendrán "un debate en profundidad sobre las provocaciones nucleares y de misiles de Corea del Norte, incluyendo su lanzamiento de un misil balístico desde un submarino".
El Gobierno surcoreano mantiene consultas con EEUU y terceros países para coordinar una respuesta a la presunta violación de las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU por parte de Pyongyang, aseguró el portavoz.
El hecho de que Corea del Norte haya desarrollado la tecnología necesaria para el lanzamiento de misiles de este tipo ha generado una gran inquietud en Seúl, ya que los submarinos son muy difíciles de detectar en comparación con otros dispositivos de eyección.
Esto reduce las posibilidades de interceptar los conocidos como SLBM (siglas en inglés de "misiles balísticos lanzados desde submarino") en comparación con otros proyectiles lanzados desde tierra.
Además, Corea del Norte podría incorporar cabezas nucleares a este tipo de misiles cuando desarrolle la tecnología necesaria, lo que los haría mucho más peligrosos no solo para el Sur sino también para EEUU, considerado por el régimen de los Kim como su principal "enemigo".
El Ejecutivo surcoreano cree que Pyongyang se encuentra en la etapa inicial de desarrollo de los SLBM y podría tenerlos operativos a finales de esta década.
Corea del Sur, por su parte, planea desplegar submarinos con capacidad para disparar misiles balísticos desde 2020, concretamente nueve unidades de 3.000 toneladas.
Corea del Norte posee una considerable superioridad numérica en submarinos sobre el Sur al contar con 70 unidades, entre ellos una veintena de 1.800 toneladas.
La Fuerza Naval surcoreana opera actualmente cuatro submarinos de 1.800 toneladas (a los que se unirán cinco más hasta 2019) y nueve de 1.200 toneladas.
Norte y Sur permanecen técnicamente enfrentadas desde la Guerra de Corea (1950-53), que finalizó con un armisticio nunca reemplazado por un tratado de paz definitivo.