Seúl anunció este martes que buscará reforzar apoyos para evitar la "provocación" que supone el lanzamiento de un cohete de largo alcance por parte de Corea del Norte, en la segunda jornada del plazo marcado por el país comunista para llevar a cabo la operación.
El régimen norcoreano, que notificó a principios de diciembre su intención de lanzar un cohete a partir del día 10 de este mes, amplió ayer el plazo en el que podría efectuar la operación una semana hasta el día 29 por un problema técnico en la primera fase del proyectil.
Según expertos surcoreanos, aunque el plazo está abierto aún es pronto para que se produzca el lanzamiento, considerado por Seúl, Washington y sus aliados una prueba encubierta de misiles de largo alcance que violaría las resoluciones de la ONU contra el desarrollo armamentístico del país comunista.
En su intento de presionar al Norte para que desista de la operación, Corea del Sur indicó hoy que mantendrá encuentros con representantes de los países implicados en las estancadas conversaciones a seis bandas para la desnuclearización de Pyongyang, que incluyen a las Coreas, EE.UU., China Rusia y Japón.
El enviado de Moscú, Igor Morgulov, llegará mañana a Seúl para reunirse con su homólogo surcoreano, Lim Sung-nam, mientras el próximo lunes un viceministro de Exteriores de Seúl abordará el lanzamiento con funcionarios chinos en Pekín, según informó hoy la agencia Yonhap.
El viceministro de Finanzas de Seúl, Shin Je-yoon, afirmó que el Gobierno podría convocar en los próximos días una reunión de emergencia para examinar el posible impacto del lanzamiento del cohete norcoreano sobre el mercado financiero de Corea del Sur, cuarta economía de Asia.
De producirse, sería el segundo intento este año por parte de Corea del Norte, que en abril ya trató de enviar al espacio el Unha-3 pero escasos segundos después de su despegue cayó en pedazos al Mar Amarillo.
El lanzamiento fallido supuso para Pyongyang el endurecimiento de las sanciones que la ONU ya imponía al país comunista por anteriores ensayos nucleares y de misiles, además de una fuerte condena internacional.