El equipo ucraniano de Shakhtar Donetsk hizo noticia esta semana debido a su espectacular goleada por 7-1 sobre el BATE Borisov, en Bielorrusia, resultado que lo dejó en muy buena posición para alcanzar los octavos de final de la Champions League, pues marcha invicto y segundo en el Grupo H.
A los ucranianos les restan dos partidos como locales, pero en su caso es un asunto meramente nominal, pues a causa del conflicto bélico entre las fuerzas prorrusas y el gobierno central ha debido dejar su estadio Donbass y actuar en la ciudad de Lviv, a más de mil kilómetros al oeste de Donetsk.
El temor de los integrantes del club es justificado y ya en julio pasado siete futbolistas abandonaron al Shakhtar, liderados por el brasileño Fred, debido a los riesgos que existen en la zona.
El asunto tomó ribetes dramáticos en agosto pasado, cuando el Donbass fue bombardeado por fuerzas prorrusas, provocando serios daños en la infrastructura y poniendo en riesgo la vida de mujeres y niños, quienes habían sido convocados al estadio para recibir ayuda humanitaria.
Luego de nuevos ataques contra el recinto, Rinat Ajmétov, presidente del club, emitió un comunicado. Parte del texto señala que "demandamos a todos los participantes en los combates que renuncien a la escala de tensión y entablen negociaciones de paz. Dejad de destruir nuestra ciudad. La gente y la historia no os perdonarán".
El estadio acogió varios partidos de la Eurocopa 2012.