Han pasado 20 años de los primeros pasos musicales de Shakira Isabel Mebarak Ripoll (32). De los comienzos de esa morenita de Colombia que con algunos kilos de más soñaba con mostrar su talento fuera de su natal Barranquilla. De ahí saltó a Bogotá, de Bogotá a Miami y de Miami al mundo. Y en el camino, su imagen fue cambiando tanto que hoy al mirarla, perfectamente pasaría por otra persona. De pelo liso muy rubio y sugerentes poses que explotan un cuerpo simplemente escultural, la superventas colombiana promociona estos días la salida de She wolf, su sexto disco que desde hoy invadirá las tiendas del mundo.

"Se ha ido sofisticando, redescubriendo con el tiempo. Su gracia es que ha sido consecuente con sus raíces. Ese ascendente árabe sumado a su sensualidad latina forma una mezcla que mata", comenta la productora de moda, Fernanda Zamora. Y tiene razón. El éxito y la fama le hicieron demasiado bien a esta Shakira global , que lleva años apareciendo en esos listados que agrupan a las mujeres más sensuales de la industria del entretenimiento. ¿Cómo esa chica normal que peleaba con los kilos se transformó en un símbolo sexual? 

Después de dos discos inadvertidos, Shakira puso su nombre en el pop en español con el disco Pies descalzos (1996), donde se mostraba con su pelo bien negro y una figura más estilizada. Nada muy llamativo, pero fue el comienzo. Luego vinieron trenzas y unos mechones rojos. Hasta que decide explotar derechamente su lado sensual con el disco que la elevaría como una estrella planetaria: en 2001 para la salida de su tercer disco, Laundry service, Shakira se tiñe rubia para cantar por primera vez en inglés y mostrar más de un cuerpo trabajado en muchas horas de gimnasio y danza. Y como en todo lo relevante de su carrera, Shakira es quien toma las decisiones de su imagen (incluso ella misma se maquilla), para decidir cómo se ve una figura global. En la siguiente jugada, decidió acentuar su veta sexy. Así, el disco Oral Fixation (2005) la tuvo moviendo las caderas en bailes que se han convertido en su propia marca registrada.

Y ahora en su última apuesta discográfica, Shakira lleva el estilo al extremo y se convirtió en una "loba" que amenaza con devorar los rankings. "Me siento más mujer que nunca y estoy muy conectada con mi femineidad y con mi lado animal. Nunca me he sentido completamente humana. Siempre he tenido una loba en celo que está empezando a salir", dijo recientemente .