Pasó con el concierto de Amnistía y también con U2 el año 1998: un concierto internacional, transmitido en ese instante por un canal abierto de la televisión local, confiriéndole al show un carácter de hito. A lo mismo apunta el recital que ofrecerá el puertorriqueño Ricky Martin el viernes 24 en el Estadio Nacional: junto con asociar su desembarco al aniversario 125 de las tiendas de retail Falabella -y así, ya acaparar varios minutos de televisión como rostro de esa campaña publicitaria-, el cantante estará al centro en otra de esas raras ocasiones en que coinciden pantalla y escenario: el evento será transmitido en directo ese mismo día a través de Canal 13.
Así, el boricua gana su segundo show en el año 2014 que tendrá salida inmediata por televisión nacional. El primero ocurrió durante su actuación en el pasado Festival de Viña. Ahora, sin embargo, Martin separa aguas y adelanta un calibre distinto para su presentación en el Nacional, hasta donde llegará en plena promoción de su nuevo sencillo Adiós.
De partida, serán dos escenarios los que se dispondrán sobre Ñuñoa: el primero, principal, sobre el arco sur, de 19 metros de largo y otros 18 de ancho. De ahí nace una pasarela que, según asegura la producción del evento, figura como la más larga que se haya montado para un evento musical, extendiéndose por 59 metros hasta el segundo escenario, inmerso en el sector de cancha general. Ese es más pequeño que el principal: 12 metros de ancho por 18 de largo, pero aun así, más extenso que cualquier tarima satélite que allí se haya instalado.
Bajo esas coordenadas, el regreso del músico marca distancia de su más reciente presentación, sumando además elementos ausentes en Viña como elevadores, luces y una especie de catapulta que eyecta al intérprete de María y a su cuerpo de baile por los aires.
Días de familia
Hacia esos puntos apuntarán las cámaras el equipo de Daniel Hernández, director asignado de la cadena de Luksic para televisar el evento. El show dará la partida en el Estadio a las 21.30 horas y en ese mismo momento, empalmando con el noticiero central, Canal 13 acomodará su programación para coordinar la transmisión del concierto.
Desde el martes comienzan los trabajos en el estadio ñuñoíno, a cargo de cerca de mil trabajadores de la avanzada local. Eso precede la llegada de un staff de 54 personas, que viajan a Chile junto al cantante de Livin la vida loca.
Detrás de las luces, destacan los requerimientos de Martin para contar con servicio de lavandería, la contratación de costureras para resolver cualquier detalle de vestuario, y una sala acondicionada para sus hijos, con consolas de juego y DVD. Eso, porque tal como lo hizo durante su paso por la Ciudad Jardín a principios de año, el músico viaja acompañado de su familia, a la única fecha que tiene reservada para este show durante su próxima visita a Sudamérica.
Así, Ricky Martin, por su parte, estará por casi cuatro días en Chile, sin una agenda extra informada aún a la producción local. Al menos un día lo pidió libre, para dedicarlo a sus intereses. Para su debut en el Nacional, por otro lado, la producción espera la asistencia de 47 mil personas: la capacidad completa del recinto ñuñoíno en la configuración que se le asignó para el viernes.